¿Alguna vez has tenido un montón de tareas que necesitaban ser atendidas por un lado y una mente ocupada por el otro, y no pudiste concentrarte en esas tareas porque tuviste que terminar la nueva temporada de «Stranger things«?
Esta es una pregunta que de alguna manera se aplica a todos nosotros. Y por supuesto, hay un nombre para ello: procrastinar, que es el «arte» de evitar conscientemente una tarea que necesita ser cumplida. Un «arte» que es conocido como el mayor enemigo del siglo XXI.
A veces es algo simple y mundano, como organizar tu armario o ese lío en tu habitación. Pero más a menudo son cosas importantes que requieren nuestra mayor atención y compromiso, como solicitar el puesto de trabajo que quieres, enfrentarte a una situación que te afecta seriamente, o perseguir tu sueño tan esperado.
Como humanos, se nos ocurren muchas excusas sobre por qué no hoy. Tal vez mañana. O mejor aún, al día siguiente. Y estas excusas son responsables de muchos sueños rotos y metas no alcanzadas (no cumplidas) que eventualmente conducen a una vida llena de arrepentimientos.
No te preocupes. Puedes cambiar fácilmente el curso de las cosas. Todo depende de ti. Con el fin de organizar y controlar tu vida, te sugerimos que empieces hoy y sigas estas 7 simples reglas.
1. Anota tus tareas diarias
La manera más fácil de despertar tu yo productivo es organizarse. Si te encuentras en medio de una procrastinación en este mismo momento, termina de leer este artículo y detente por un segundo.
Piensa en las tareas que tienes pendientes, ya sean metas, recados a realizar, simples tareas diarias o mayores responsabilidades. Escríbelas. Comienza tu propio planificador o un diario para ayudarte a memorizar todo lo que necesitas hacer.
Clasifica tus tareas para cada día de la semana, y cuando hayas terminado lo del día, simplemente anótalo o táchalo. Crea una rutina que funcione para ti y apégate a tus actividades diarias planeadas.
Para organizarte también puedes usar en tu móvil alguna app de «To-Do« (aplicaciones de listas y gestión de tareas). Algunas de las mejores son: Microsoft To-Do, Wunderlist y Todoist, pero hay cientos. Encuentra la que mejor se adapta a ti y prueba una, te sorprenderás del resultado.
2. Comienza con las tareas simples
Las tareas simples como lavar los platos y limpiar los cajones del escritorio siguen siendo tareas. Y son muy importantes. Ocuparse de estas tareas domésticas te llevará tiempo, pero también te enseñarán responsabilidad. Usa la energía que has estado dirigiendo hacia las excusas y concéntrate en la actividad que has estado evitando. La acción elimina la ansiedad y la pereza.
3. Divide los proyectos grandes en proyectos más pequeños
Aparte de esos tediosos deberes diarios, están nuestras metas de vida y responsabilidades laborales. Parte de la razón por la que dejamos las cosas para más tarde y procrastinamos es porque inconscientemente, encontramos que el trabajo es demasiado abrumador para nosotros.
Así que, ¿por qué no tratar de hacerlo más tolerable? Después de todo, nos lo debemos a nosotros mismos. Divide tus metas en partes más manejables y concéntrate en una parte a la vez. Recuerda, no necesitas pensar en cada paso del camino. Simplemente VE HACIA ADELANTE y el camino se volverá obvio.
4. Cambia tu entorno
Tu entorno y tu ambiente a menudo dejan un gran impacto en tu nivel de productividad. Esa es la razón principal por la que todos debemos encontrar ese lugar seguro, ese pequeño rincón perfecto donde podemos ser nosotros mismos y estar en paz.
Los entornos que nos hicieron sentir inspirados antes, pueden fácilmente perder ese efecto después de un período de tiempo. Si ese es el caso, toma medidas inmediatas. Reorganiza y desecha todas las cosas viejas e innecesarias que has estado guardando a lo largo de los años. ¡Haz sitio para nuevas ideas y deja fluir tu creatividad!
5. Evita las distracciones
La gente hoy en día es locamente adicta a las redes sociales y las apps de mensajería. Por eso no es de extrañar que la procrastinación sea un gran problema para muchos de nosotros. En este mundo de Instagram, WhatsApp, Facebook y Twitter, es demasiado fácil distraerse.
Antes de que te des cuenta, todo tu día se irá con historias sin sentido e irrelevantes. Ayúdate a ti mismo y antes de sentarte para hacer un trabajo serio, apaga tu teléfono o simplemente déjalo en otra habitación. ¡Te hará bien, lo prometo!
6. Recompénsate a ti mismo
Una de las reglas más importantes, en mi opinión. Como cualquier otro ser vivo, los humanos responden perfectamente al sistema de recompensa. Ah, y se lo toman muy en serio también. Este método es muy necesario para lograr tus objetivos. La principal fuerza detrás de esto es la motivación.
Una manera de hacerlo es prometerte que si trabajas hasta cierta hora del día, puedes relajarte después o hacer algo divertido. Pero ten cuidado, para sacar el máximo provecho de este método, realmente tienes que ser honesto contigo mismo, de lo contrario, terminarás con todas las recompensas y sin ningún progreso.
7. ¡Sólo hazlo!
Al final del día, todo se reduce a tomar el asunto con tus propias manos. Puedes hacer toda la organización, la elaboración de estrategias y la planificación que quieras, pero si no tomas medidas, nunca pasará nada. Imagínate la sensación una vez que terminas lo que sea que habías estado posponiendo. Ese es el sabor de la libertad.