La empatía es tu guía interna para discernir entre la verdad y la mentira, la emoción genuina y el engaño, y mucho, mucho más. Los empáticos no son personas dóciles emocionalmente, como muchos se imaginan.
Por el contrario, este fuerte rasgo les da el poder de superar cualquier desafío emocional y mental que puede fácilmente derrotar incluso a los más fuertes.
La buena noticia es que la empatía es algo que puedes aprender y practicar, y siempre puedes aumentar tu capacidad empática. Sin embargo, hay quienes nacen con ella. Todos nacemos con esta habilidad hasta cierto punto, pero hay personas que nacen con un fuerte sentido de empatía.
La vida con un empático es algo muy diferente de lo que muchos se imaginan. Su fuerte y profundo sentido de las cosas les guía a través de su vida y les permite crear un estilo de vida único e intrigante.
Si alguna vez te has preguntado si tu hijo es un empático, observar estos 15 hábitos comunes que tienen los niños empáticos podría ayudarte a descubrirlo. Y recuerda: tener empatía en su hogar es una bendición porque son la única esperanza de hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.
1. Eligen a sus amigos cuidadosamente
Los niños empáticos no quieren tener a cualquiera como amigo por el bien de la amistad. De hecho, evitarán cualquier amistad superficial y se apegarán a unos pocos amigos con los que realmente puedan conectarse. Y estos amigos son más que suficientes para ellos.
2. Asumen el estrés de los demás
Si hay algo que molesta a un miembro cercano de la familia, el niño también se sentirá molesto e incómodo. Asumen el estrés de los que les importan, aunque no siempre sean conscientes de ello.
3. Se comportan mal cuando estás molesto
Siendo capaz de sentir tus emociones, el niño a menudo no será capaz de manejarlas. Así es cuando empiezan a actuar.
4. Se conectan con las plantas y los animales a un nivel más profundo
Los niños empáticos están en profunda conexión con la naturaleza. Puedes notar que la forma en que se conectan con las plantas y los animales no es algo que un niño normalmente sabe cómo experimentar.
5. Tienen una fuerte intuición
La intuición es más fuerte entre los empáticos. Podrías notar que tu hijo parece saber la verdad sobre cosas que no debería ser capaz de comprender. Es porque su intuición les permite comprender inmediatamente y sin necesidad de razón.
6. Les gusta pasar tiempo solos
Un niño empático a menudo preferirá pasar algún tiempo solo, en lugar de mezclarse con otros niños. Esto es muy común entre los empáticos, ya que es el momento en que se toman un descanso del torbellino de emociones que experimentan cuando están rodeados por otros.
7. Son muy buenos oyentes
A menudo parecen una persona que no sólo entiende a los demás fácilmente, sino que puede conectarse tanto que a menudo son el hombro sobre el que los demás pueden llorar.
8. Son compasivos
Su profundo cuidado por la gente no les permite quedarse de brazos cruzados y no hacer nada por los que tienen problemas. A menudo son los primeros en tratar de ayudar e impulsar a otros hacia adelante.
9. No prefieren las reuniones familiares
No es que no les guste la familia o que traten de evitar a alguien de ésta. Es simplemente porque cuando las emociones en el aire les abruman, desaparecen rápidamente para desconectar.
10. Reaccionan a los libros y al cine más que otros niños
No pueden evitar experimentar todas las emociones que se muestran en el libro que están leyendo o en la película que están viendo. Su fuerte capacidad para sentir empatía y experimentar verdaderamente las cosas que ven o imaginan les hace reaccionar en consecuencia.
11. Sienten que no encajan
Y es verdad, no pueden encajar fácilmente. Los niños empáticos no son muy comunes, y cuando se mezclan con otros niños, no pueden encajar porque son guiados por su propia brújula, no por la del grupo.
12. Se sobreestimulan en las multitudes
Las multitudes pueden ser una pesadilla para estos niños. El flujo de diferentes emociones y pensamientos los hace sentir abrumados y debido a esto, pueden volverse emocionales, esconderse o incluso huir.
13. No les gustan los ruidos fuertes
Sus sentidos están más afinados que los de la mayoría de las personas y, debido a ello, los ruidos fuertes pueden resultarles muy molestos.
14. Sienten las cosas a un nivel mucho más profundo
No sólo son conscientes de las emociones de los demás, sino también de las suyas propias. Esta conciencia viene con una nota de profundidad que la mayoría de la gente no puede imaginar. Todo esto puede ser muy abrumador para ellos hasta que aprenden a enfrentarse a las emociones.
15. Pueden saber cuando alguien está mintiendo
Siendo capaces de sentir tus emociones, pueden descifrar intuitivamente esas emociones en intenciones y pensamientos. Así es como son capaces de decir si alguien está mintiendo, y por lo general son conscientes de los motivos que hay detrás de ello.
Crear empatía en un niño significa prestar especial atención a sus necesidades y a sus factores desencadenantes. Como padre, es mejor identificar qué es lo que más les deja sin energía y ayudarles a discernir entre sus emociones y las de los demás. Tener empatía con un niño es un gran regalo:¡ cuídalo y aprende de él!