No es un secreto que la comida y el agua son esenciales para la supervivencia de tu cuerpo. Después de todo, tu cuerpo lo normal es que éste se acabe apagando después de unas pocas semanas sin comida, e incluso antes sin agua. ¿Pero qué pasa si te mueres de hambre de afecto?
Aunque todos necesitamos diferentes niveles de afecto físico, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que es necesario algún tipo de contacto físico regular para nuestra salud y bienestar general. El contacto físico tiene una variedad de beneficios. Por ejemplo, el afecto físico después del coito mejora la satisfacción en la relación, los abrazos pueden reducir los niveles de la hormona del estrés cortisol, y el contacto regular promueve el bienestar emocional. Con tantas ventajas, no es de extrañar que la falta de contacto físico pueda tener consecuencias negativas.
¿Qué es el «hambre de piel»?
Si te encuentras sintiéndote solo o deseando el afecto de tus amigos o seres queridos, podrías estar experimentando un fenómeno conocido como «hambre de piel», o un deseo de contacto físico consensuado que resulta de la falta de contacto humano. El toque que anhelas no tiene que ser sexual; de hecho, cuidar a un bebé, recibir un abrazo amoroso de uno de tus padres o incluso recibir un masaje puede satisfacer su hambre de piel. Lo importante es que estás recibiendo lo que consideras que es la cantidad y el tipo de afecto físico correcto; si no, podrías sufrir algunos efectos secundarios graves.
Efectos secundarios del hambre de piel
Al igual que el hambre normal, cuanto más tiempo evites obtener tu dosis, peor comenzarás a sentirte. La piel es el órgano más grande y de más rápido crecimiento de nuestro cuerpo. Privarlo del contacto físico puede causar depresión, soledad, privación de afecto, estrés y mala salud en general. La falta de contacto también puede conducir a trastornos de ansiedad, inmunodeficiencia y varios tipos de trastornos del estado de ánimo.
En los casos más graves, la falta prolongada de contacto físico puede causar problemas a largo plazo, como la alexitimia, que es la incapacidad de interpretar o expresar las emociones adecuadamente. Otro problema potencial es el desarrollo del estilo de apego evasivo, que provoca miedo a las interacciones sociales. Afortunadamente, estas condiciones son reversibles con un mayor contacto e interacción humana.
Si no te has dado cuenta, el contacto físico con otra persona es muy importante. Ya sea que seas del tipo que necesita múltiples muestras de afecto diariamente o del tipo que simplemente necesita un abrazo por semana, el contacto humano es una parte de las necesidades básicas de tu cuerpo. Es una manera tranquilizadora para nosotros de señalar seguridad y confianza, y sin ella, los centros físicos y mentales de nuestro cuerpo se pueden quedar fuera de control.
¿Crees que puedes estar sufriendo de hambre en la piel? Prueba pequeñas maneras de incorporar los ocho a diez toques recomendados por día en tu vida, tales como dar una palmadita en la espalda, chocar los cinco o dar un apretón de manos. ¿Sigues sintiéndote deprimido o solo? Habla con tu médico; hay varios tipos de terapia (incluida la terapia de contacto) que pueden ser adecuados para ti.