Puede que conozcas a alguien con una personalidad controladora. Parece que siempre hacen los planes, eligen lo que todos van a hacer o lo que van a comer. A menudo te dan consejos no solicitados, te dicen que hagas algo «porque yo quiero que lo hagas», o que no hagas algo porque «no quiero que hagas eso».
Las personas con personalidades controladoras a menudo tienen problemas de codependencia. Confían en su capacidad de controlar a los demás para sentirse más confiados y seguros. Una vez que una persona controladora te tiene bajo su hechizo, puede ser difícil salir de su influencia.
Aquí hay siete cosas que las personalidades controladoras hacen para mantenerte bajo su dominio:
1. Te critican constantemente
Una persona controladora nunca está satisfecha con lo que otros están haciendo. Creen que su camino es el correcto y que saben más. Ellos constantemente criticarán todo lo que tenga que ver contigo para hacerte saber que estás equivocado. Puede ser la ropa que usas, la comida que comes, la música que escuchas o incluso el lugar donde trabajas. Nada es suficiente para ellos.
2. Se acercan a ti, luego ponen distancia
Esta es una táctica de manipulación utilizada para obtener el control definitivo. Una vez que conozcas a una persona controladora, tu relación puede cambiar rápidamente. Empiezas a hablar constantemente con ella y a pasar mucho tiempo juntos. Empiezas a confiar en su afecto. Pero cuando una persona controladora cree que sientes algo por ella, comienza a distanciarse, sólo para hacer que tu cabeza gire y que te des cuenta de que la necesitas.
3. Se enfadan cuando haces preguntas
A una persona controladora no le gusta que la interroguen. Creen que siempre tienen razón y lo que dicen es lo correcto. Si les pides que expliquen sus opiniones, razones o motivos, se pondrán a la defensiva y se molestarán al instante. La verdad es que no tienen una buena respuesta para ti. Ellos simplemente quieren que sigas sus palabras sin cuestionarlas.
4. Usan la culpa para manipularte
Las personalidades controladoras son hábiles manipuladoras. Usan frases como: «Si me quieres, lo harás…» o «Me lastimaré si no me quieres…» Tratan de culparte para que sigas sus órdenes y hagas las cosas a su manera. Esto es un signo de una relación tóxica que puede terminar en daño emocional.
5. No toleran las ideas u opiniones de nadie más
Controlar a la gente es tener una mente extremadamente cerrada. Piensan que siempre tienen razón, por lo que no hay necesidad de otras ideas, creencias u opiniones. Carecen de tolerancia hacia otras personas, especialmente hacia aquellos que defienden sus creencias, comparten sus opiniones o no están de acuerdo con las de ellos. Si no estás de acuerdo con ellos, te equivocas y eso es todo. Su incapacidad para tolerar a otros hace que tengan pocos amigos o personas que les importan.
6. Ellos ponen las reglas sobre tu vida
Como insisten en que saben lo que es mejor para ti, una persona controladora te impondrá reglas a tu vida. Podrían exigir saber dónde estás y con quién estás en todo momento. Es posible que te prohíban salir con compañeros de trabajo o con ciertos amigos, o que establezcan una regla que debes cumplir inmediatamente cuando te llamen o te envíen un mensaje de texto. Si cualquiera de estas «reglas» te resultan familiares, es muy probable que tengas una persona controladora en tu vida.
7. Te hacen sentirte mal por ser tú mismo
Una vez que finalmente comiences a reconocer los comportamientos de una persona controladora y rehúses a seguir sus reglas o tomar decisiones basadas en sus opiniones, se enfadarán. Te dirán que has cambiado y que no les gusta la persona en la que te has convertido. Dirán que eres desagradecido. Una vez que sientan que su poder se les escapa, dirán cualquier cosa para hacerte sentir culpable. La verdad es que nunca debes dejar que nadie te diga quién eres o quién deberías ser. Tú tienes el control de tu vida y tu felicidad.