Ser padre es uno de los trabajos más difíciles que puedes tener. A diferencia de muchos otros trabajos, no existe una descripción de trabajo universalmente reconocida. Y ciertamente no hay ningún manual. Sin embargo, hay muchas sugerencias y pautas que pueden ayudar. Un enfoque más reciente es el de criar a los hijos siendo un padre consciente.
Sere consciente significa no juzgar tus sensaciones, pensamientos y emociones. Te permite ser plenamente consciente de estas experiencias internas mientras mantienes una perspectiva equilibrada. Puedes aplicar la atención plena o mindfulness a cualquier aspecto de su vida – incluyendo la crianza de los hijos – para ayudar a tener una actitud tranquila, comprometida y positiva hacia ella. Recientemente escuché al psicólogo Dr. John Brailsford exponer varios principios básicos para la crianza de los hijos con consciencia. He aquí algunos principios esenciales basados en sus ideas:
Hacer espacio para todo lo que surja. Cuando te enfrentas a un niño que grita, llora, discute o se resiste de alguna otra manera, puede hacer que te sientas tenso y resistente en reacción. Cuando identificas tus propias luchas con él, observa cómo tu resistencia aumenta tu angustia, en su lugar retrocede lo suficiente como para disminuir la intensidad de tus emociones. En este punto, estás observando la situación en lugar de quedar atrapado en ella, dándote el espacio para pensar sobre tu situación de manera diferente.
Mantén tus pensamientos ligeros. Como sus hijos, eres sólo humano. Así que, todos los aspectos de tu mundo interior – tales como tus sensaciones, pensamientos y sentimientos – son simplemente tus experiencias, no una verdad objetiva. Cuando mantienes esta perspectiva, puedes aprender a ordenar tus experiencias, aprender de lo que es útil y dejar de lado el resto.
Por ejemplo, si tu hijo tiene rabietas porque no les compras un juguete, podrías enfadarte rápidamente por sus payasadas. Sin embargo, en lugar de quedar atrapado en tus percepciones de que tu hijo se está comportando como un mocoso malcriado, trata de notar que tus pensamientos se basan en tus propias frustraciones. Al redirigir tu atención a lo que está pasando, es posible que reconozcas que él no tiene la habilidad para tolerar la decepción y la frustración… y que ayudarlo con esto es tu trabajo.
Elige dejar ir tu resistencia. Acepta (pero no condones) las acciones de tu hijo. Cuando lo hagas, descubrirás que puedes responder con más calma. Por ejemplo, durante el berrinche de tu hijo por negarse a comprarle un juguete, él puede exclamar: «¡Eso no es justo!«. Y tú puedes simplemente decir: «Tal vez no, pero es mi decisión«.
Encontrar un equilibrio entre los extremos. Busca maneras de decir que sí aunque estés pensando que no.
Una manera de hacerlo es reformular una pregunta. Así que, en lugar de decir: «No, no te voy comprar ese juguete«, podrías decir: «Vamos a poner ese juguete en tu lista de lo que quieres para tu cumpleaños«.
Otra manera de encontrar un equilibrio es ofrecer opciones, cuando sea posible. Por ejemplo, si el juguete que tu hijo quiere es demasiado caro, podrías decir: «En vez de ese juguete, puedes escoger uno de estos dos«.
Vive de acuerdo a tus valores. Eres un modelo a seguir simplemente por la forma en que vives tu vida. Por lo tanto, reflexiona sobre tus valores fundamentales, como la honestidad, la integridad, el respeto y el cuidado. Piensa en cómo vives esos valores y cómo te gustaría vivirlos. Luego pasa a la acción para alinear tu vida con ellos.
Aun cuando sigas estos principios básicos, criar a tus hijos será difícil. Sin embargo, la crianza consciente puede ayudarte a mantener el equilibrio a medida que te enfrentas a los desafíos diarios de la crianza de los hijos.
Artículo original por Leslie Becker-Phelps. Psicóloga.