Si eres un poco solitario, tienes pocos amigos de verdad y no eres exactamente una mariposa social, tu inteligencia puede ser la culpable. Según un estudio publicado (pulsa para ver) en el British Journal of Psychology, las personas que son muy inteligentes tienden a tener un círculo más pequeño de amigos. Buscan la interacción social con menos frecuencia, y su satisfacción en la vida aumenta a través de esta estrategia.
El estudio
Los investigadores principales Satoshi Kanazawa y Norman Li explicaron para aquellos que buscan la felicidad, la «estrategia del ermitaño en el bosque» podría ayudarles. Sus investigaciones mostraron que los seres humanos son más felices cuando viven en áreas menos densamente pobladas. También descubrieron que la felicidad de una persona aumenta cuando un mayor porcentaje de sus interacciones sociales son con sus seres queridos, en contraposición a amigos o conocidos ocasionales.
La mayoría de los participantes en el estudio reportaron un mayor nivel de felicidad cuando tuvieron una interacción social más frecuente. Pero un grupo no lo hizo. Los participantes en el grupo altamente inteligente reportaron un efecto inverso cuando se trataba de situaciones sociales. Los investigadores explicaron: «Los individuos más inteligentes experimentan una menor satisfacción con la vida con una socialización más frecuente con amigos«.
La investigadora Carol Graham, que estudia la economía de la felicidad, explicó: «Estos hallazgos sugieren (y no es ninguna sorpresa) que aquellos con más inteligencia y con capacidad de usarla, son menos propensos a pasar tanto tiempo socializando porque están enfocados en algún otro objetivo a largo plazo«.
En otras palabras, las personas altamente inteligentes tienden a utilizar su tiempo para resolver un problema actual en el que están pensando.
Los resultados del estudio apoyan algo conocido como la «Teoría de la Sabana». La Teoría de la Sabana propone que los seres humanos hoy en día encuentran la felicidad en las mismas cosas que hicieron felices a nuestros antepasados. En la sabana, la interacción interpersonal habría sido una parte importante de la supervivencia debido a la baja densidad de población.
Sin embargo, aquellos con inteligencia superior pueden estar evolucionando más allá de la necesidad de interactuar con grupos de personas para sobrevivir. Por eso las reuniones sociales ya no están asociadas con la felicidad.
Así que la próxima vez que invite a su amigo «nerdy» a un evento social y lo decline diciendo que tienen algo mejor que hacer, no se sorprenda. Y si alguna vez decide saltarte la fiesta del año para pasar un tiempo a solas, no deje que nadie más le haga sentir culpable por ello. Después de todo, su inteligencia es la única culpable.