El concepto de la Nueva Era llamado «La Ley de la Atracción» básicamente establece que atraes la energía que pones en el mundo. Cualesquiera que sean los pensamientos a los que le des tu energía repetidamente, las experiencias de esa naturaleza aparecerán en tu vida, simplemente porque las has creado subconscientemente. La cita «lo que piensas se realiza» es la que mejor resume la ley de la atracción. Para poder manifestar algo en tu vida, primero tienes que traerlo a tu campo de conciencia con tus pensamientos, que se transforman en visiones, y luego en acciones.
Por lo tanto, si te concentras en pensamientos o personas negativas, tendrás más experiencias negativas. Por el contrario, si cambias tu atención a los aspectos positivos de tu vida y a lo que te hace sentir bien, verás más de eso en el futuro. El concepto de la ley de la atracción se ha popularizado en los últimos años gracias al libro y a la película «El Secreto«, y aunque arroja una luz muy necesaria sobre una de las verdades universales más ocultas, también ha suscitado muchas preguntas sobre cómo la gente puede conseguir que esto funcione para ellos.
Si has estado luchando con la Ley de Atracción en tu propia vida, es posible que desees revisar esta breve guía de problemas comunes a los que las personas se enfrentan, y cómo solucionarlos:
1. TE CONCENTRAS DEMASIADO EN LO QUE NO QUIERES, EN VEZ DE EN LO QUE SÍ QUIERES EN TU VIDA.
Recuerda, la Ley de la Atracción siempre funcionará, te des cuenta o no. Obedece a cada uno de tus pensamientos, así que si constantemente pones tu energía en las cuentas que tienes que pagar, las largas horas que trabajas, la falta de tiempo para relajarte, etc., no tendrá otra opción que traer MÁS de eso a tu vida.
Cómo arreglarlo: En el momento en que notes que tus pensamientos deambulan por territorio negativo, detenlos y muéstrales de nuevo la luz. Tienes el poder de controlar tu mente, así que ejerce tus derechos y recuerda que puedes crear tus experiencias basadas en tus pensamientos predominantes. Comienza un diario de gratitud si tienes problemas para mantener tu mente enfocada en pensamientos positivos, o tómate un tiempo tranquilo para meditar. Permanece agradecido por lo que tienes, y el universo no tendrá otra opción que enviarte aún más cosas por las que estar agradecidos.
2. TE RESISTES A LOS CAMBIOS.
«Lo que te resistes, persiste«. Cada vez que pongas muros entre tú y una experiencia o persona, sólo la encontrarás más a menudo hasta que te enfrentes a tus miedos y te enfrentes a cualquier desafío de frente. El cambio puede parecer incómodo y atemorizante a veces, pero no puedes evolucionar si no se transforma una oruga en una mariposa. Todos hemos venido a la Tierra para ponernos en contacto con nuestros seres más elevados, y eso implica romper el molde y dejar atrás procesos y hábitos de pensamiento viejos para alcanzar todo nuestro potencial.
Cómo arreglarlo: En lugar de concentrarse tanto en lo vulnerable que se siente al pasar por cambios, simplemente acéptalo. Abre tu corazón y tu mente a nuevas experiencias, y concéntrate en cómo puedes aprender y crecer exponiéndote a nuevas personas y lugares, en lugar del hecho de que te has metido en un territorio desconocido.
Recuerda esta cita para ayudarte:
«Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden averiguar hasta dónde se puede llegar.«
T. S. Eliot
3. TIENES LA VISTA PUESTA EN EL RESULTADO DE UNA SITUACIÓN EN LUGAR DE EN EL MOMENTO PRESENTE.
Tratar de controlar los resultados puede fácilmente impedir que la Ley de la Atracción funcione correctamente en nuestras vidas. Desde que nacemos, se nos ha enseñado a microgestionarnos a nosotros mismos y a los demás, y a no dejar espacio para que el universo nos ayude a seguir adelante. Nos han engañado para que pensemos que sólo importa el futuro, y que el momento presente no tiene valor. Recuerda que la Ley de Atracción toma tiempo para manifestar lo que deseas ver, y no sólo transforma tu vida de la noche a la mañana. Trata de disfrutar de las lecciones que te han enseñado en cada momento en lugar de fijarte enteramente en el futuro.
Ninguno de nosotros sabe realmente lo que nos depara el futuro, de todos modos, así que parece infructuoso preocuparse por algo que ni siquiera ha sucedido todavía y que tenemos una capacidad limitada para predecir.
Cómo arreglarlo: Redirige tu atención al Ahora cada vez que te encuentres preocupado o contemplando demasiado el futuro. Está bien tener metas y sueños para el futuro, pero cuando se vive sólo para el futuro, se sacrifica el único tiempo que realmente tenemos, que es el presente. Crea conscientemente tu realidad basada en lo que se siente bien en tu corazón, y el universo siempre te mostrará el camino.