Cuando las cosas van muy bien y todo está perfectamente equilibrado en nuestras vidas, es fácil ser feliz. La verdadera prueba de la felicidad viene cuando las cosas no van por el camino que nos gustaría que fueran. Cuando la vida parece un poco agitada, a menudo tenemos que tomar una decisión consciente para ser felices y negarnos a dejar que el caos nos hunda. Recuerde, la única persona que puede controlar realmente su felicidad es usted.
A continuación tiene ocho hábitos de las personas crónicamente insatisfechas. Si se identifica con alguno de estos puntos, podría ser el momento de empezar a centrarse en los aspectos positivos.
1. Rencores
Guardar rencor es como llevar peso sobre uno mismo. Siempre está ahí, incluso aunque usted lo haya empujado a la parte más interior de su mente. Llevar un resentimiento no le permite ser verdaderamente feliz. Aunque puede ser extremadamente difícil seguir adelante cuando alguien le hace daño o le traiciona, trate de no dejar que su mala experiencia afecte a su futuro. Deje de lado el rencor que ha estado sintiendo. Se sentirá más ligero y más feliz.
2. Ser crítico
Es cierto que el amor propio puede tardar años en desarrollarse, pero sin él, no puede ser verdaderamente feliz. Su autoestima contribuye en gran medida a su felicidad. Esto le permite estar más seguro y más cómodo en su propia piel. Esa confianza se irradia a los demás. De la misma manera, ser demasiado crítico con los demás dice más de usted que de ellos. Alguien que está constantemente criticando a los demás no es realmente feliz con sí mismo. Es importante respetar que cada uno es diferente, y eso está perfectamente bien.
3. Adicción
La gente infeliz a menudo busca una salida que le ayude a olvidarse de su cólera o su dolor. Dependiendo de alcohol, drogas, juegos de azar o de otros vicios para encubrir cómo se está sintiendo realmente sólo hará que se encuentre aún peor. En su lugar trate de encontrar una salida positiva. La pintura, la escritura, la música … encuentre una manera de expresarse que no le cause ningún daño.
4. Quejas constantes
Las personas felices saben que quejarse no les hará ningún bien. Si quieren que las cosas cambien, tienen que actuar, no se quejan de ello. Las personas que se quejan constantemente emiten una energía negativa que afecta a todo el mundo que les rodea. En lugar de centrarse en lo injusto o lo terrible que es una situación, hay que pensar en una manera de darle la vuelta.
5. Estar lleno de arrepentimiento
La investigación muestra que los pensamientos negativos recurrentes sobre decisiones tomadas en el pasado puede conducir a un estrés crónico y depresión. A todos nos gustaría que nos hubieran hecho o dicho algo diferente en un momento determinado, pero el pasado es pasado. Obsesionarse con un error no va a cambiar lo que pasó, sólo obstaculizará su futuro. Aprenda de sus errores, decida lo que haría en el futuro si la situación se produjera de nuevo, y olvídelo.
6. Chismear
Alguien que chismea exuda inseguridad e infelicidad. Cuando alguien no está satisfecho con su propia vida, en su lugar se centra en las vidas de los demás, tratando de encontrar las cosas más negativas que decir acerca de las demás personas, para sentirse mejor. Una persona feliz y confiada no tiene ningún tiempo para los chismes. Si está realmente feliz, está centrado en todas las cosas positivas de su propia vida, en vez de tratar de criticar y hundir a los demás.
7. Preocuparse por el futuro
El ahorro de dinero o tener metas y planes para el futuro es una cosa, pero una vida llena de preocupación constante sobre lo que puede o no puede suceder sólo puede impedirle ser feliz. El futuro puede dar miedo, pero hay que tener suficiente fe en sí mismo para saber que se podrá controlar una situación cuando se presente. Trabaje duro, sea amable, tenga grandes metas, y el resto sucederá.
8. Hacer más grandes los problemas
Cuando surge una situación no muy buena, una persona infeliz casi siempre hará que sea o parezca peor. Ellos tienden a reaccionar de forma exagerada, dejan que las cosas parezcan desproporcionadas y ven las cosas negativamente en vez de encontrar una manera de arreglar lo que salió mal. Todos nos encontramos con cosas con las que preferiríamos no tratar. La diferencia entre una persona feliz y una persona infeliz es cómo manejar una situación difícil. De un paso atrás, tome una respiración profunda, y busque una solución.