Cuando se introdujo por primera vez el término inteligencia emocional, algunos encontraron que este término era la parte que faltaba en el rompecabezas de una situación peculiar. Es decir, las personas con coeficientes intelectuales medios a menudo parecen superar a las personas con los coeficientes intelectuales más altos, y esto sucede casi el 70% de las veces.
Este hecho descarta la creencia de que el coeficiente intelectual es el factor crucial para el éxito. De hecho, los estudios han demostrado una y otra vez que la inteligencia emocional es la esencia que distingue a los artistas maestros de las personas comunes.
La inteligencia emocional es ese «algo» intangible dentro de todos nosotros que es responsable de nuestro comportamiento. También conduce nuestra conducta en diferentes situaciones sociales y toma nuestras decisiones personales que a menudo tienen resultados positivos.
La inteligencia emocional se compone de 4 habilidades básicas que se dividen en 2 competencias principales: personal y social.
COMPETENCIA PERSONAL
La competencia personal pone el foco en el individuo. Se compone de las habilidades de autoconciencia y autogestión de la persona. Es la capacidad de un individuo de ser siempre consciente de sus emociones. También es su capacidad para manejar sus tendencias y comportamiento.
La autoconciencia es la capacidad de percibir las emociones con precisión y ser consciente de ellas cuando ocurren.
La autogestión es la capacidad de ser consciente de tus emociones al mismo tiempo que te mantienes flexible y diriges positivamente tu comportamiento.
COMPETENCIA SOCIAL
La competencia social se compone de la conciencia social de una persona y de sus habilidades de gestión de relaciones. La competencia social es la capacidad de comprender el comportamiento, los estados de ánimo y los motivos que tienen otras personas para responder de manera eficiente y mejorar la calidad de tus relaciones personales.
La conciencia social es la capacidad de una persona para captar las emociones de alguien con precisión y comprender lo que sucede en su mente.
La gestión de relaciones es la capacidad de alguien de utilizar su conocimiento de sus emociones y las emociones de otros para manejar con éxito sus interacciones.
El coeficiente intelectual, la personalidad y la inteligencia emocional son diferentes
No hay conexión entre la inteligencia emocional y el coeficiente intelectual porque no podemos predecir la inteligencia emocional de alguien que mide lo inteligente que es uno. Estos dos términos son diferentes.
La inteligencia es la capacidad de aprender y no cambia con la edad. Alguien puede ser extremadamente inteligente intelectualmente pero carecer de conciencia emocional.
Por otro lado, la inteligencia emocional es algo que puede desarrollarse con el tiempo. Es un conjunto de habilidades flexibles que pueden ser mejoradas o adquiridas con la práctica, incluso si no naciste con ellas.
Finalmente, la personalidad es la última pieza del rompecabezas. Es lo que nos define a cada uno de nosotros. Es la inclinación de una persona hacia la extroversión o la introversión. Pero tampoco puede predecir la inteligencia emocional de alguien. Y, al igual que el coeficiente intelectual, permanece igual durante la vida de la persona.
La mezcla de estos 3 elementos juntos es la esencia de una persona. La inteligencia emocional, sin embargo, juega la parte principal de si alguien tendría éxito o no porque es lo único en lo que podemos trabajar para mejorar.