Después de tomar un café, charlar con tus compañeros de trabajo y echar un vistazo a tu correo electrónico, la primera hora de tu día de trabajo ha pasado desapercibida. Esta es la receta para una mañana más productiva.
1. Desayuna antes del trabajo
No esperes hasta que llegues a la oficina para tomar tu yogur de la mañana. Sentarse frente al ordenador con comida y café te hace más propenso a navegar por blogs y redes sociales en lugar de lanzarte a tareas importantes, dice Laura Stack, oradora de productividad y autora de Doing the Right Things Right: How the Effective Executive Spends Time (Haciendo las cosas bien: cómo los ejecutivo efectivos pasan el tiempo). «No se puede trabajar cuando se tiene una cuchara en la mano y se está constantemente buscando algo«, dice. «Tienes una sensación de relajación que no es tan productiva como tener las dos manos en el teclado.»
2. Haz la lista correcta de cosas por hacer
La mayoría de las personas escriben listas de tareas pendientes con tareas fáciles en la parte superior para que se sientan bien al finalizar esas cosas, dice Charles Duhigg, autor del bestseller del New York Times Smarter Better Faster: The Secrets of Being Productive in Life and Business (Más inteligente, mejor, más rápido: los secretos de ser productivo en la vida y en los negocios). Pero ese sistema ayuda a la autoestima, no a la productividad. En su lugar, organiza tu lista con metas a largo plazo en la parte superior para recordarte qué es lo más importante, y metas diarias en la parte inferior para planificar cómo las alcanzará. Las tareas diarias deben ser específicas, mensurables, alcanzables, realistas y con un calendario. Ser realista sobre el tiempo que tienes y el tiempo que te tomará una tarea puede ayudar a asegurar que logres lo que planeas.
3. Programar un temporizador
Oblígate a permanecer en tu puesto estableciendo límites estrictos de trabajo ininterrumpido, dice Kevin Kruse, autor del bestseller del New York Times 15 Secrets Successful People Know About Time Management (15 secretos que las personas exitosas conocen sobre la gestión del tiempo). Ajustar un temporizador de 50 minutos te dará el tiempo suficiente para avanzar en tu trabajo antes de tomar un primer descanso de 10 minutos. «Si te dan ganas de levantarte o buscar algo en Internet, el cronómetro te dirá que debes esperar 20 minutos más«, dice Kruse. La mayoría de los teléfonos móviles tienen cronómetros incorporados, pero Kruse recomienda un cronómetro de cocina o un reloj de arena por separado para un recordatorio visual que mantenga tus manos alejadas de la distracción de tus notificaciones telefónicas.
4. Comienza con la tarea en la que más piensas
En lugar de revisar tu correo electrónico o redes sociales, averigüa qué es lo que más te molesta. «Lo ideal es abordar lo que más te llame la atención. A menudo es lo que más te molesta«, dice David Allen, autor de Getting Things Done: The Art of Stress-Free Productivity (El arte de la productividad sin estrés). Eliminar ese factor estresante aliviará la presión y te hará sentir más relajado a lo largo del día.
5. Desactivar las notificaciones
Cuando revisas las redes sociales, tu cerebro libera dopamina y estimula el sistema de recompensas, incluso si la notificación no contiene nada interesante, dice Kruse. ¿El truco para evitar conscientemente esos mini estimulantes del estado de ánimo? Apaga todas las notificaciones del telefóno y del correo electrónico, no pongas sólo el teléfono en silencio. «Está bien usar el correo electrónico y las redes sociales, pero deseas hacerlo en tus propios términos«, dice Kruse. «No dejes que otras personas y empresas interrumpan tu hora más importante de la mañana.»
6. No bebas café (todavía)
La cafeína puede ser una gran herramienta para mantener tu energía para las tareas importantes, pero podría agotarse a medida que sus efectos desaparecen, dice Chris Bailey, autor de The Productivity Project. Guarda tu impulso de café para cuando más lo necesites en lugar de buscar automáticamente una taza a primera hora de la mañana. «Vale la pena retrasar el consumo de café antes de trabajar en una tarea que es crucial para tu trabajo«, dice. «Piensa en las tareas más importantes de tu lista y piensa en los momentos más importantes en los que puedes tener energía.»
7. Escuchar ruido blanco
Ponerse los auriculares puede ayudarte a desentenderte de las distracciones. Pero no elijas música popular con sonidos y palabras que te gusten, dice Kruse. En su lugar, escucha los tipos de sonidos que escucharía en un spa: pájaros, lluvia o ruido blanco. «Hay listas de reproducción con algo llamado ritmos binaurales, que son patrones de sonido extraños que suenan como si te volvieran loco pero que en realidad ayudan a que tus ondas cerebrales sigan fluyendo«, dice Kruse.
8. Recuérdate el panorama general
Antes de que hayas entrado en el ritmo del día, puede ser difícil trabajar con impulso necesario para comenzar las tareas aburridas. Sentirse con el control puede aumentar la automotivación, dice Duhigg, así que comienza con una tarea que te parezca significativa. Vincula tus responsabilidades diarias con la razón general por la que estás en tu trabajo. «La razón por la que algunas personas son más productivas que otras es que se obligan a pensar más profundamente sobre lo que están haciendo y por qué«, dice Duhigg. «Una vez que te justifiques esa conexión, es mucho más fácil motivarte.»
9. Trabajar en algo creativo
Por la mañana, tu corteza prefrontal, la parte de tu cerebro encargada del pensamiento lógico, está menos inhibida, dice Bailey. Esto significa que no te importará tanto lo que la gente piense de tus ideas, así que estás más dispuesto a compartir ideas creativas. «Incluso aunque tenga menos energía, todavía tienes la parte más creativa de la mañana«, dice Bailey.