Los padres son las personas más importantes en la vida de los niños. Los padres son los guardianes de sus hijos que los conducirán a la edad adulta. A ellos son los que los niños admiran. Los padres están ahí para apoyar y enseñar a sus hijos importantes lecciones de vida.
Los niños piensan que sus padres no son gente normal. A sus ojos, sus padres se convierten en una especie de superhéroes – no hay nada que mamá y papá no puedan hacer.
Por eso es esencial que los padres sean conscientes de cómo hablan con sus hijos, porque cada palabra y cada acción de sus padres puede quedar atrapada en su psique de por vida.
Estas son frases que NUNCA debes pronunciar a tus hijos sin importar qué hayan podido hacer:
«¡DEJA DE LLORAR AHORA MISMO!«
No debes decirle esta frase a tu hijo aunque sientas que no hay razón para llorar. Son niños; todavía no saben cómo controlar sus emociones. Sin embargo, al decirles esto a tus hijos, les enseñas que no está bien tener emociones y ser emocional, lo cual puede ser peligroso porque ellos suprimirán sus emociones en el futuro y eso no es bueno.
Intenta decir algo como esto en su lugar: «Está bien que llores, pero debes entender que lo que hiciste estuvo mal.»
«ESTOY DECEPCIONADO DE TI.«
Esta es una frase que los padres suelen decir a sus hijos cuando hacen algo mal. Tus hijos ya saben que lo que hicieron estuvo mal y se sienten culpables por ello, así que si les dices que han decepcionado, sólo empeorará la situación. Debes apoyarlos en sus momentos difíciles – no hacerlos sentir como una decepción.
Diga esto en su lugar: «Lo que hiciste estuvo muy mal. Hablemos de ello, ¿de acuerdo?»
«¡NO ES SUFICIENTE!«
Herirás profundamente a tus hijos si les dices que les falta algo, ya sea externa o internamente. Estas palabras permanecerán con ellos y pueden hacerlos inseguros cuando crezcan.
Deberías tratar de decir: «Es suficiente, pero si quieres podemos trabajar más duro en ello.»
«LOS CHICOS Y LAS CHICAS GRANDES NO SE ASUSTAN.«
Esto no es cierto. Todo el mundo se asusta. Es humano. Decirle a tus hijos que no tengan miedo no hace que sus miedos desaparezcan por arte de magia. Debes enseñar a tus hijos cómo enfrentarse a sus miedos en lugar de escapar de ellos.
Deberías decir algo como: «Todo el mundo se asusta. Está bien sentir miedo a veces, pero trataré de ayudarte a superar tu miedo«.
«NO VALES NADA.«
Nunca debes decir esta frase a tus hijos. Te ven como alguien en quien pueden confiar y admirar, y cuando te escuchan decir esta frase, adivina qué… Te creerán. Pensarán que no valen nada, y este sentimiento permanecerá con ellos incluso cuando sean adultos. Constantemente buscarán la aprobación de los demás.
Intenta decir esto en su lugar: «Nadie es perfecto, cariño, lo harás mejor la próxima vez.»
«¡ERES UN CHICO MALO!«
Todos cometemos errores. Como adultos y como niños todos hemos hecho algo, y lo haremos en el futuro. Nunca debes permitir que un error de tu hijo hable por su personalidad en general. Los errores no definen a una persona, pero decirle a tus hijos esta frase los hará sentir como si fueran innatamente malos.
Trata de usar esta frase en su lugar: «Espero que entiendas que lo que hiciste estuvo mal.»
«LO HAGO TODO POR TI.«
Bueno, si tú no haces todo por tus hijos, ¿quién lo hará? Eres su padre, se supone que debes hacer todo por tus hijos y nunca hacerles sentir que te deben algo diciéndoles esta frase. Ellos no eligieron nacer.
«ESTÁS GORDO.«
Si tu hijo es realmente gordo, probablemente lo sabe. Habrán escuchado este insulto probablemente de otros niños. No deberías insultar y hundir a tus hijos de esta manera. Esto les lleva a sentirse cohibidos y a tener una imagen negativa de su cuerpo en el futuro. Debes hacer que se sientan amados y apreciados – no intimidados.
En su lugar, debes motivarlos a perder peso diciendo algo como: «Estoy pensando en empezar a comer sano y ponerme en forma. ¿Quieres acompañarme? No quiero hacerlo solo«.
Ama a tus hijos por lo que son, y trata de motivarlos en vez de insultarlos usando estas palabras.