9 pensamientos tóxicos que pueden destruir tu relación

9 pensamientos tóxicos que pueden destruir tu relación

Como casi todo el mundo sabe, las relaciones no se estropean de la noche a la mañana. Siempre hay patrones de comportamiento sutiles y muy destructivos que erosionan lentamente el amor entre las parejas y a veces causan daños irreversibles. Porque todos nuestros patrones de comportamiento son el resultado directo de nuestros pensamientos, por lo tanto los pensamientos negativos y tóxicos resultan en un comportamiento negativo que es más que probable que genere problemas y dificultades.

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Aquí hay 9 pensamientos tóxicos y sus correspondientes actitudes y comportamientos que pueden dañar severamente la felicidad de ambos miembros de la pareja más allá del punto de retroceso.

Recuerda, para que una relación funcione se necesitan dos, pero para un desastre sólo se necesita uno. Espero que estos pensamientos te ayuden a entender qué es lo que no debes pensar, y hacer las cosas para que funcionen de la mejor manera posible.

1. “Siempre o nunca”

Esto es cuando piensas que tu pareja siempre es la que hace las cosas mal, o que nunca hace nada bien. Si quieres estar con alguien, trata de no ser tan crítico, porque tú también puedes cometer un error de vez en cuando, pero eso no significa que hasta el final de los tiempos lo harás mal. Así que hablad entre vosotros y organizad mejor las tareas, según vuestras propias capacidades, de esta manera sabréis quién es capaz de qué.

2. Lectura de la mente e imaginación hiperactiva

Esto sucede cuando te conviertes en un lector de mentes que supones que siempre sabes las respuestas y, lo que es más importante, siempre tienes la razón, sin importar lo que digan los hechos. Esto definitivamente mata la paciencia del otro para explicar lo que realmente ha sucedido y la relación también. Así que, en lugar de jugar al psicólogo, deberías empezar a escuchar y prestar atención a los hechos, no a tu imaginación.

3. Esperar que tu pareja sea un lector de mentes

Este es el otro extremo, cuando no dices nada, pero supones que tu pareja es una lectora de mentes dotada y conocerá todos tus deseos. Esto, sinceramente, nunca sucede y comenzarás una pelea sólo porque no te molestaste en decir ninguna palabra, pero suponías que tu pareja ya lo sabía. Trata de hablar o mostrarle lo que tienes que hacer, esto traerá mejores resultados que esperar un momento mágico de la iluminación de tu pareja.

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4. Críticas y etiquetado

Esto es peor que culpar al otro, pero significa que tú ya has tienes una fuerte opinión acerca de la personalidad y capacidad de tu pareja. Este es el punto en la relación cuando en lugar de tratar de arreglar las cosas, empezáis a etiquetar el uno al otro y en la mayoría de los casos sin buenos nombres. Esto nunca trae solución, sólo más frustración.

5. Expectativas poco realistas

Es muy normal entrar en una relación con algunas expectativas, generalmente buenas, pero con el tiempo uno de los miembros podría evolucionar y convertirse en excesivamente exigente. Esto sucede cuando uno de vosotros comienza a poner expectativas poco realistas en tu lista de deseos. Esto podría ser fácilmente un juego mental, una especie de manipulación sutil para que el otro asuma toda la responsabilidad.

6. “Fánatico del control” debido a conclusiones catastróficas

Estos son los pensamientos cuando pensamos constantemente que nuestra pareja nunca, nunca, nunca hará algo bien y todo se irá por el desagüe. Con tal actitud todos los eventos negativos, por pequeños que sean, son tan exagerados que tomamos el control total sobre cada decisión en la relación y ni siquiera dejamos que nuestra pareja haga nada por sí misma.

7. El juego de “el gato y el ratón”

Este es un juego mental muy delicado cuando empiezas a suponer lo que haría tu pareja y tratas de llevarle la delantera. Pero debido a que la mayoría de estas suposiciones no son realistas, terminamos haciendo la misma cosa negativa, ¡mientras tratamos de prevenir! Antes de que termines solo y miserable por tus propias acciones, por favor, comprueba si tus pensamientos y miedos tienen fundamentos realistas.

8. Comparación

Nunca debes comparar a tu pareja con las anteriores, o con las que tienen tus amigos. Esta es una de las principales razones por las que empezamos a hacer suposiciones. Recuerda, cada uno es diferente y tiene su lado bueno y su lado malo, nunca sabes lo que hay dentro del corazón de tu pareja si no le hablas y lo escuchas. Así que no lo compares hasta que sepas cómo es realmente.

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9. “Muro de piedra”

El “muro de piedra” es cuando empiezas a crear pensamientos defensivos, de antemano, que te llevan a una actitud excesivamente protectora, para que no te lastimes. No hagas esto, no proyectes tus miedos y experiencias anteriores en la nueva relación. Deja el pasado en el pasado, si pones una pared alrededor puedes estar a salvo del dolor, pero también rechazarás la felicidad.

Un consejo: si vale la pena salvar la relación, cambia tus pensamientos y cambiarás tú mismo, pero si eres realmente infeliz, cambia la relación.

Fotografía: sergio souza


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