1. La espera de una respuesta importante. Ya sea que se trate de una respuesta a tu propuesta para una cita, de un amigo que transmite chismes extravagantes, o de algún otro escenario en el que esperas recibir un mensaje importante, la espera es emocionalmente desafiante. A partir de haber hecho tu parte en el envío de un mensaje crucial que provocará una respuesta, es todo palmas sudorosas, nerviosismo y ansiedad. Hasta que en algún momento dentro de ese período incómodo sentimos que nuestro teléfono vibra, o notamos la notificación del WhatsApp. Si tú has sido la persona responsable de un mensaje mal programado, simplemente tienes que saber que tendrás que rendir cuentas.
2. El mensaje «necesitamos hablar». ¿Tenemos que hablar? Oh mi***a, ¿qué he hecho? Inmediatamente después de ver u oír esa frase, es imposible no pasar revista en nuestro cerebro, tratando de recordar todas las interacciones y hechos incorrectos con esa persona. Puede ser aterrador, pero a menudo el resultado final no es tan malo. Resultó que todo lo que «tenemos que hablar» es si has oído que fulano engañó a fulano y bla, bla, bla, bla, bla.
3. El mensaje de alguien «borracho». Aquí está la cosa, esto puede ser una forma divertidísima de mensaje si es de un amigo. El momento en que lo detestamos es cuando viene de una persona con la que estamos o estuvimos involucrados de una manera romántica. Típicamente estos mensajes se envían entre las 10 p.m. y las 4 a.m., pero esas horas pueden variar dependiendo de la persona. Es simplemente frustrante, ya sea que hayas continuado adelante sin él o si tienes sentimientos por esa persona, recibir sus pensamientos exagerados e intoxicados. Por ejemplo: «yoo soolo tte quueieroo yy te echoo d mennos. Poor favor vuuelvEEE». No, no es el tipo de cosas que queremos que nos despierten en mitad de la noche.
4. El mensaje «¿puedo fingir que no recibí este mensaje?». «¿Puedes ayudarme a mudarme?» es sólo uno de los innumerables mensajes que desearíamos no haber visto nunca. Normalmente se nos pide un favor, y no queremos ser malos amigos, pero tampoco nos apetece levantar cajas y sofás justo el día que necesitamos descansar. Además de las solicitudes de servicio, los demás mensajes que encajan en esta categoría son invitaciones no deseadas. Un mensaje que convoca a tu presencia a un bar, club o cena de la que no quieres formar parte siempre es problemático. Puede declinar la invitación cortésmente, pero podrías ser acosado por 10-20 mensajes más a medida que das razones y excusas de por qué no puedes ir. O – simplemente puedes no responder, y arriesgarte a olvidarlo la próxima vez que te encuentres con esa persona. Consejo: Si te enfrentas a esa situación, actúa conmocionado y prepárate para hacer afirmaciones falsas que culpen a tu servicio de telefonía.
5. El mensaje «LOL» o «Jajajaja» cuando no se ha dicho nada gracioso. Este mensaje, junto con el socorrido «OK», es la forma principal de terminar una conversación sin decir nada. En algún momento del camino, «LOL» o «Jajajaja» dejaron de significar ‘me estoy riendo a carcajadas’ y se han convertido en ‘ya no tengo nada que decir’. Personalmente, nunca respondo a ningún mensaje de «LOL» o «Jajajaja». Para mí esto significa una falta de interés, y sirve como la abrupta ceremonia de clausura de una conversación.
Si eres culpable de enviar 3 o más de estos tipos de mensajes habitualmente, probablemente estés irritando y/o estresando a alguien. No te preocupes, puedes mejorar. Simplemente elimina cualquiera de las conductas descritas aquí de tus prácticas de envío de mensajes y verás un progreso instantáneo. Buena suerte, y felices mensajes de texto. En ese sentido… LOL.