Como humanos, pasamos mucho tiempo durmiendo. Y por mucho nos referimos a un tercio de nuestras vidas. De hecho, a la edad de 75 años, la persona promedio ha pasado 25 años dormida. Tendemos a deducir el tiempo que pasamos durmiendo como espacio en blanco para ayudarnos a reabastecernos durante nuestro importante tiempo de vigilia. Sin embargo, tal vez nuestro sueño nos dice mucho más de nosotros mismos de lo que pensamos. Es el único momento en que nuestra mente inconsciente toma el control sin estar confinada a lo que nuestra mente consciente considera aceptable. Cuando estás con otra persona, tu tiempo durmiendo puede revelar cosas que las palabras o incluso las acciones conscientes no expresan.
Acurrucarse
Esta es una de las posiciones para dormir más clásicas, a menudo descritas como ideales en los medios de comunicación románticos. Esto puede explicar por qué 1 de cada 5 parejas decide adoptar esta posición para dormir juntos. Es importante tener en cuenta qué pareja es la cuchara grande (por fuera) y cuál es la cuchara pequeña (colocada por dentro), ya que la cuchara grande tiende a ser más protectora de su pareja. Debido a la intimidad física y a la sutil sensualidad del acurrucarse, también requiere un sentido de confianza profunda y amorosa entre las parejas.
Cabeza sobre pecho
La pareja que duerme boca arriba, con la cara hacia arriba, es muy probable que tenga mucha confianza y seguridad en sí misma en la relación. Son conscientes de su poder, pero también quieren mantenerte a salvo y segura. Si te pones con tu pareja con la cabeza sobre su pecho, dependes de su apoyo y protección. Esta posición para dormir es más popular entre las nuevas parejas y las parejas que intentan reavivar su romance.
Entrelazados
Si pasáis toda la noche completamente entrelazados, créedlo o no, esto es en realidad una gran señal de alarma para vuestra relación. Las parejas que se aferran el uno al otro por la noche pueden carecer de independencia del otro y han comenzado a ser codependientes. Sin embargo, si comenzáis la noche entrelazados pero os separáis después de unos minutos, esto es una señal de una relación mucho más saludable. Estáis consiguiendo lo mejor de ambos mundos: mantenéis la intimidad sin sacrificar vuestra independencia.
Cara a cara
Esto puede sorprenderte también, pero también puede no ser una buena señal. Las parejas que duermen cara a cara están tratando de buscar algo más el uno del otro. Incluso en sus cerebros inconscientes, se están esforzando por conectarse entre sí de nuevo debido a algún tipo de distancia que sienten durante las horas de vigilia. Sin embargo, aquí también hay una buena señal. Ambos quieren mejorar las cosas, y con el esfuerzo adecuado, es posible.
De espaldas
El romance no tiene que ser obvio. Esta posición es extremadamente común entre las parejas sanas porque es práctica, pero también requiere un consuelo mutuo una vez que se llega al punto de no tener que sobrecompensarse o impresionarse mutuamente. Muchas veces, pequeñas partes de vuestros cuerpos se conectarán durante la noche, lo que sugiere la verdadera intimidad que tenéis entre vosotros.