Cuando te levantas por la mañana, ¿cuál es el primer pensamiento que te viene a la mente?
¿Es la agitada jornada laboral por la que tienes que pasar? ¿O es la aterradora y extremadamente agotadora reunión prevista con tu jefe? O tal vez, es todo el trabajo en la casa que necesitas terminar?
O, ¿piensas en el beso que recibirás de tus hijos cuando vuelvas a casa del trabajo? ¿O piensas en el dulce abrazo de tu pareja mientras te dice que tengas un día maravilloso? ¿O, quizás piensas que aunque no tienes todo lo que quieres, tienes todo lo que necesitas?
El hecho es que lo que pienses primero en el momento en que te despiertes tendrá un efecto importantísimo en cómo pasarás todo tu día.
Según Albert Einstein: «la decisión más importante que tomamos es si creemos que vivimos en un universo amistoso u hostil«. Tienes que tomar esta decisión todos los días. Cuando decides comenzar tu día con pensamientos positivos, automáticamente obtendrás más energía y felicidad. Además, te molestará menos cuando las cosas no salgan como quieres.
Cuando alguien te interrumpe en el tráfico, pensarás que tienes suerte de que no te hayan golpeado; te ahorraron la molestia de tener que tratar con las compañías de seguros y la frustración de todo el proceso de reparación de tu coche. O, cuando alguien delante de ti está caminando muy despacio, no te molestará; pensarás que tiene más tiempo para disfrutar de su paseo y de la naturaleza que le rodea.
La cosa es que, cuando decides conscientemente que el mundo es bueno, que tu vida es buena, y que eres feliz tal como están las cosas en este momento, empezarás a disfrutar cada día, y no te pondrás nervioso o frustrado cuando algo malo suceda. Comenzarás a ver sólo el lado positivo.
Además, lo bueno atrae a lo bueno. Es decir, si empiezas el día con pensamientos felices, atraerás más eventos positivos para que te ocurran.
Como afirma Susan Reynolds, coautora de «Entrena tu cerebro para ser feliz«, «sentir placer puede ser muy estimulante para tu cerebro, ya que está preparado para responder al placer de una manera que lo refuerce«.
En otras palabras, cuando te dices a ti mismo que el mundo en el que vives es bueno, y empiezas tu día creyendo en las cosas buenas que hay en él, notarás que más y más cosas buenas comenzarán a sucederte, por más cliché que te suene ahora mismo.
Además, el pensamiento positivo tiene muchos beneficios para la salud: reduce los niveles de ansiedad y depresión y aumenta los niveles de serotonina (la hormona responsable de tu felicidad). Por otro lado, los pensamientos negativos pueden causar depresión, matarán tu creatividad y te harán menos exitoso.
Así que, ¡trata de decirte a ti mismo todas las mañanas que tendrás un día maravilloso sin importar lo que suceda!
También puede ayudarte si estás rodeado de gente positiva. Aprecia todo lo que tienes, y todo lo que eres; esto te llevará a apreciar tu vida en general.
En general, tienes una opción: puedes decidir si quieres ser positivo o negativo. Ser optimista o pesimista. Yo elijo ser optimista, y elijo ser feliz todos los días. ¿Y tú?