Y no, los diestros no tienen ventaja (a menos que se trate de sostener tijeras).
Todo tu cerebro no se ve afectado cada vez que te golpeas el dedo del pie o te rascas la nariz. En lugar de eso, sólo una parte de él se ve afectada, y cada cosa se asienta sólidamente en el lado izquierdo o derecho de tu cerebro. Curiosamente, el lado izquierdo del cerebro controla la parte derecha del cuerpo y viceversa. Por ejemplo, el lado izquierdo de tu cerebro le diría a tu mano derecha que tomes un lápiz. La gente tiende a favorecer un lado de su cerebro, y por eso son diestros o zurdos.
Un estudio en la revista Neuron explica por qué a nuestros cerebros les gusta quedarse con cierto lado. Por un lado, las tareas complejas requieren mucho poder mental. Así que, al igual que cualquier buen equipo, la delegación de tareas hace que sea más fácil hacer todo. En lugar de abrumar a todo el cerebro con cada tarea, cada punto del cerebro realiza sus propios trabajos.
En general, el lado izquierdo del cerebro es más exacto, mientras que el lado derecho se ocupa del panorama general. Por ejemplo, usas el lado izquierdo cuando resuelves un problema de matemáticas, pero tu lado derecho se pone a trabajar cuando le pones un nombre a una cara. Puedes usar ambos lados de tu cerebro al mismo tiempo, haciendo las cosas más eficientes.
Cuando se trata de elegir qué mano, o más concretamente, qué lado del cerebro, se usa, la consistencia es la clave. Asignar una tarea a una mano una y otra vez le da a tu cuerpo más práctica, para que puedas dominar una tarea más rápidamente. «Al canalizar este entrenamiento a un hemisferio de nuestro cerebro, podemos volvernos más competentes en ese tipo de destreza«, dice en una declaración el autor del estudio Onur Güntürkün, profesor de neurociencia conductual de la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania. Eso podría explicar por qué sólo alrededor del 1 por ciento de la población es ambidiestra. Una mutación genética es probablemente responsable del 10 por ciento de los que son zurdos, según un estudio en Molecular Psychiatry.
Los ultrasonidos han demostrado que los bebés comienzan a favorecer su lado derecho o izquierdo incluso antes de nacer.
Sin embargo, podría haber algo más en las manos que en el cerebro. Un estudio en la revista eLife sugiere que la columna vertebral es originalmente responsable de la elección de la mano. Los fetos muestran preferencia por las manos alrededor de la semana ocho, antes de que la parte del cerebro encargada del movimiento se conecte a la médula espinal. Para entonces, sin embargo, la columna vertebral ya muestra diferencias entre la derecha y la izquierda. Los autores del estudio dicen que esto probablemente tiene que ver con factores ambientales en el útero, no con la genética. Los gemelos no necesariamente usan la misma mano, lo que apoya la idea de que los genes no están detrás de las manos.
Sin embargo, no importa lo que haga que el cerebro prefiera un lado, el estudio de las diferencias podría ayudar a mejorar la salud mental. «Casi no existen trastornos del cerebro humano que no estén relacionados con las asimetrías cerebrales«, dice el Dr. Güntürkün en una declaración. «Podemos dar un gran salto para ver cómo el cableado cerebral al principio del proceso de desarrollo puede salir mal en estos casos patológicos.«