Sal con alguien con quien puedas hacer el tonto. Alguien que pueda abrazar tu estupidez, alguien que se una a ti en tu absurdez y alguien que no te pida que actúes de una cierta manera o que hables de una cierta manera para que puedas atraerlo.
Sal con alguien que está impresionado por la originalidad, la autenticidad y por lo real que eres.
Sal con alguien con quien puedas ser demasiado honesta. Alguien en quien puedes confiar todos tus secretos y sentirte cómoda contándole todas las historias locas que llevas dentro. Alguien que escucha y trata de entender, alguien que trata de entender sin juzgar y alguien que no espera que tengas una vida impecable o un pasado impecable. Sal con alguien con el que no te da miedo compartir tus secretos personales o decir que no sabes algo. Sal con alguien que no tenga miedo de enseñarte y que esté dispuesto a aprender de ti también.
Sal con alguien a quien no le importe tu estatus. Alguien a quien no le importan los títulos o las etiquetas o los grandes nombres, alguien que es lo suficientemente humilde como para darse cuenta de que estas cosas no importan y que no deberían importar. Sal con alguien que está muy impresionado mucho con la persona con quien sale, alguien que sabe, que entiende y que no piensa en las personas como trofeos. Sal con alguien que sabe que tenerte a tu lado es suficiente.
Sal con alguien a quien no tienes que impresionar porque ya está impresionado por ti y por lo que eres, por estar contigo y por amarte.
Sal con alguien que te recuerde que puedes ser tú misma y aún así ser amada, que incluso en tus peores o más débiles días todavía significas el mundo para él.
Sal con alguien que todavía piensa que tienes calor cuando estás cansada y pálida y apenas hablas. Sal con alguien que encuentre tus peculiaridades atractivas.
Y finalmente sal con alguien que no te hace sentir como si salir con él es una carrera que necesitas ganar, que tienes que competir por su atención, que tienes que trabajar en tu currículum para que te acepte, que tienes que aprender más habilidades para que te apruebe. Sal con alguien que piensa que estás sobrecalificada para participar en estos ridículos juegos. Sal con alguien que ni siquiera quiere jugar porque el juego terminó en el momento en que te conoció.