Durante mucho tiempo, creí que si la gente inteligente trabajaba duro y crecía en un entorno razonablemente propicio, el éxito llegaría con el tiempo.
Miraba a otras personas y pensaba: «Vaya, esa persona va a hacer grandes cosas«.
Pero a medida que fui creciendo, me di cuenta de que ese no era necesariamente el caso. Algunas personas que conozco que son inteligentes y tienen una fuerte ética de trabajo han hecho cosas notables, mientras que muchas otras lo están haciendo bien. Desafortunadamente, hay algunos que van a la deriva, sin saber qué hacer.
Entonces me di cuenta de que hay muchos factores que influyen en el éxito, ya sea que se trate de tener una carrera satisfactoria, tener buenas relaciones o mantenerse saludable. Sí, la inteligencia es parte de ello, y también lo es la ética de trabajo. Pero hay más en juego que solo estos dos factores.
Aquí hay siete razones por las cuales podrías no estar teniendo éxito aunque seas inteligente y trabajador:
1. No te acercas a gente nueva
Es fácil apegarse a la gente que conoces desde hace mucho tiempo. Conoces las historias de los demás y podéis reíros juntos de bromas personales. El problema con los viejos amigos, sin embargo, es que las mismas ideas se reciclan una y otra vez, y no puedes aprender nuevas perspectivas fuera de tu burbuja.
Puede ser difícil llegar al principio a nuevas personas, pero empezar poco a poco puede ayudar. Apunta a una meta sencilla inicialmente, tal como presentarte a una persona a la semana.
«Tienes que luchar para alcanzar tu sueño. Tienes que sacrificarte y trabajar duro por ello.«
Lionel Messi
2. Eres reacio a cambiar
Estar en el mismo ambiente durante mucho tiempo hace que sea difícil adaptarse a algo nuevo. La buena noticia es que el cambio presenta una posibilidad para oportunidades e innovación.
En lugar de resistirte a los cambios, mira cómo puedes sacar lo mejor de ellos. Tal vez puedes satisfacer las necesidades de un negocio en crecimiento o ver una perspectiva diferente. Estar abierto a nuevos conceptos y siente curiosidad sobre el mundo que te rodea.
3. No estás dispuesto a correr riesgos
Las personas inteligentes a menudo eligen la ruta segura. Pueden seguir el mismo camino que sus compañeros o elegir una carrera porque sus compañeros la consideran aceptable.
Si bien esto garantiza cierto grado de seguridad, puede ser mundano. A menudo oigo de personas inteligentes que encuentran sus trabajos insatisfactorios y que quieren hacer otra cosa, pero tienen miedo de hacerlo.
Si estás pensando en expandirte a un territorio desconocido, considera cómo será tu vida dentro de unas décadas si optas por no perseguir algo. ¿Te arrepentirás o estarás contento con tu decisión?
4. Crees que te mereces el éxito basado en tus credenciales
Las personas que trabajaron duro en la escuela están acostumbradas a estar en la cima y se les dice cuánto potencial tienen. Esto parece bueno al principio, pero hay algunos efectos secundarios negativos.
He oído a personas que afirman que se merecen algo por su inteligencia o por la escuela a la que fueron. Esperan que las cosas se resuelvan automáticamente debido a sus credenciales. Tristemente, sin embargo, la vida no funciona así.
En el mundo real, no se obtienen resultados basados en el trabajo que se realiza. Obtienes resultados basados en la combinación de trabajo duro, pensamiento estratégico y un poco de suerte. Puedes aumentar ese último factor trabajando en los dos primeros.
5. Persigues constantemente lo que es emocionante en este momento
Una cosa que oigo a menudo de los grandes triunfadores es que odian perder el tiempo. Las personas inteligentes son muy conscientes del valor de su tiempo, ya que el tiempo y el esfuerzo invertidos en una cosa significa que podrían estar perdiendo algo más.
Aunque este es un atributo complicado, también significa perseguir la próxima gran cosa y dejarla. Empezar en cualquier campo o empresa es difícil, y superar los obstáculos iniciales requiere paciencia.
Centrar el esfuerzo en un objetivo da mejores resultados a largo plazo que ir tras una cosa, aburrirse y luego ir tras algo nuevo.
6. No puedes comprometerte con una decisión
Ser inteligente y trabajar duro puede abrir muchas puertas. Desafortunadamente, tener demasiadas opciones puede ser tan restrictivo como tener pocas opciones.
La abundancia de opciones hace difícil decidir qué hacer. Como resultado, es tentador saltar y «ver lo que te conviene». Conocí a alguien que asistió a numerosos programas de postgrado, uno tras otro. Más de diez años después, todavía no sabe qué hacer.
En lugar de meterse en muchos esfuerzos, sugiero que primero se prueben las cosas. Habla con otras personas e investiga algo antes de tomar una gran decisión, para que sepas si una opción se adapta o no a tu personalidad y estilo de vida.
7. No crees en ti mismo
Sorprendentemente, las personas inteligentes pueden subestimar sus propias habilidades. Son sus peores críticos, lo que les hace creer que no pueden lograr todo lo que pueden.
La gente inteligente tiene altos estándares en lo que se refiere a su trabajo. Siempre que trabajan en un proyecto, tienden a examinar y cuestionar el producto final.
Esto parece ser algo bueno en la superficie, pero a menudo es más debilitante que útil. El perfeccionismo puede impedir que las personas progresen en sus objetivos o que comiencen a hacer cualquier cosa en primer lugar.
«Es difícil creer en uno mismo porque la idea de uno mismo es una construcción artificial. Eres, de hecho, parte de la gloriosa unidad del universo. Todo lo bello del mundo está dentro de ti.«
Russell Brand
Así que en lugar de dejar que el miedo a «qué pasa si» o «no soy lo suficientemente bueno» te aleje de algo nuevo, piensa en cómo quieres que sea tu vida dentro de unos años. Comenzar es mejor que esperar a que algo suceda en cualquier momento.
¿Qué harás hoy para acercarte a tu éxito? ¿Cuáles son algunas de las cosas que te han estado reteniendo?
¿Te ha gustado? ¡Compártelo en Pinterest!
