La vida es mejor cuando es un poco incierta. ¿Por qué? Porque la incertidumbre deja espacio para lo inesperado.
El problema es que muchos de nosotros hemos sido entrenados para buscar algo seguro. Apostar por lo que parece más probable, y descansar en la convicción de seguridad. Esto es especialmente cierto si de alguna forma, te encuentras en muchas posiciones y lugares cómodos en tu vida.
Pero el confort está sobrevalorado, y no sólo porque a menudo se confunde con la felicidad. La comodidad, a pesar de todo su atractivo, puede ser un obstáculo para el conductor y para el destino. La comodidad puede ser el mayor talón de Aquiles.
La incertidumbre, sin embargo, a menudo impulsa la acción y la innovación. Desde la angustia de preocuparse por la supervivencia, el espíritu humano puede elevarse a alturas antes desconocidas. Pero como mínimo, la incertidumbre revela el carácter. Revela si somos personas de fortaleza que perseveran, y personas de fe que se aferran a la esperanza. O si somos personas que se encogen en versiones más pequeñas de nosotros mismos cuando ha llegado el momento de levantarse y de hacer lo necesario.
Pero la incertidumbre rara vez es romántica. Puede ser abrumadora. Puede poner a uno ansioso. Puede hacer de uno un observador, en lugar de un participante en su propia vida. Puede paralizar incluso a los más firmes de los humanos.
Pero apuesto a que la vida es mejor con ella que sin ella. La vida es menos mundana. La vida es más bien un desafío. La vida es menos predecible. La vida es más una oportunidad de ser saboreada. La vida es menos discernible, de hecho. Pero la vida también está llena de sorpresas, y a veces con la incertidumbre, vienen las mejores sorpresas.
La verdad, pienso, es que cuando nos detenemos a reflexionar sobre la vida en general y sobre nuestra propia vida en particular, la vida no existe sin incertidumbre. De hecho, la certeza en la vida se parece mucho a su fin: la muerte.
Así que cualquiera que sea la incertidumbre a la que te enfrentes, o que sospeches que puedas enfrentarte, confía en que estás vivo. Y debido a la tragedia de la incertidumbre, los desafíos también pueden ser vencidos.
Artículo original de Kovie Biakolo.