Durante años luché para encontrar la paz que realmente quería.
Conoces el secreto:
- Felicidad
- No pensar demasiado
- Sin ansiedad
- En forma física
Y vivir cada momento sin distraerse por el pasado o el futuro.
Durante ese tiempo, viví con ansiedad, insomnio y demasiados pensamientos inútiles en mi cabeza. Nunca fue fácil.
Una de las razones por las que nunca estuve realmente en paz fue por un problema recurrente: no podía aprender a «aceptar» donde estaba sin desear que fuera diferente.
Porque evitar y luchar contra lo que pasa dentro de ti sólo empeora las cosas.
Desafortunadamente, la aceptación también es muy difícil de cultivar. Estamos prácticamente preparados para no aceptar el momento si no es 100% cómodo.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Lo que me ayudó fue encontrarme con las 21 reglas de vida del maestro budista japonés Miyamoto Mushashi.
Conocido como el mejor espadachín de Japón, escribió estas 21 reglas dos semanas antes de su muerte.
Cada regla te enseña a aceptar tus circunstancias en la vida, a separarte de las fuerzas externas que no puedes controlar y a sentirte cómodo con lo que eres.
Encuentro estas reglas poderosas porque la única manera de cultivar la aceptación es a través de la práctica continua en tus acciones y en tu actitud. Las dos cosas sobre las que realmente tenemos control.
Y estas reglas dan las pautas necesarias para hacer precisamente eso.
Puede llevar meses cambiar el cableado de tu cerebro, pero vale la pena.
Écha un vistazo a estas reglas:
1) Aceptar todo tal como es.
La aceptación es quizás la actitud más importante para superar los desafíos mentales en la vida.
Es un estado mental. No hay destino ni meta con aceptación. Es simplemente el proceso de ejercitar la mente para ser tolerante con todo lo que la vida nos traiga.
¿Por qué es poderoso?
Porque en lugar de luchar contra emociones negativas como la ansiedad y el estrés, en realidad las estás aceptando tal como son. No estás amargado, y no estás creando más negatividad a partir de tu negatividad.
A través de la aceptación allanas el camino para que emociones negativas como la ansiedad se vuelvan menos poderosas. No estás luchando contra ellas y dándoles poder.
Pero para ser claros: la aceptación no es indiferencia o apatía. No implica rendirse o no intentarlo. Se trata simplemente de aceptar las cosas sin juzgarlas.
Es lo que es. Lo que sea que pase, pasará. Se trata de ser paciente y permitir que el flujo natural de las cosas ocurra.
2) No busques placer por sí mismo.
Como humanos, somos más infelices cuando no estamos satisfechos con lo que tenemos y decidimos que queremos más.
Cuando buscamos placer por placer, nos ponemos en un bucle interminable de deseo que sólo se satisface temporalmente cuando experimentamos ese placer.
Pero los sentimientos no duran para siempre. Y antes de que te des cuenta, estarás de vuelta deseando de nuevo.
Esto no significa que no puedas divertirte y disfrutar del placer cuando lo experimentas. Sólo significa que no estés constantemente buscando placer por su propio bien. Apreciarás lo que tienes en cada momento, y a veces eso serán emociones placenteras.
Pero tampoco serás infeliz cuando no estés experimentando placer.
3) No depender en ningún caso de un sentimiento parcial.
Al igual que el anterior, los sentimientos no duran para siempre. Las emociones son pasajeras. No serás feliz todo el tiempo, y querer serlo sólo te hará infeliz.
4) Piensa ligeramente en ti mismo y profundamente en el mundo.
Cuando piensas demasiado en ti mismo, amplificas tu ego y tus inseguridades.
Las personas felices son las que se concentran en ayudar a los demás. Hay un hermoso proverbio chino que lo describe perfectamente:
«Si quieres ser feliz durante una hora, duerme una siesta. Si quieres ser feliz durante un día, ve a pescar. Si quieres ser feliz durante un año, hereda una fortuna. Si quieres felicidad para toda la vida, ayuda a alguien«.
En otras palabras: Sé humilde, no te tomes demasiado en serio y concéntrate en ayudar a los demás.
5) Despréndete del deseo durante toda tu vida.
El budismo dice que el deseo conduce al sufrimiento. ¿Por qué? Porque cuando estás deseando, estás insatisfecho con lo que tienes ahora mismo.
Y cuando consigues lo que quieres, esto te lleva a un bucle interminable de deseos.
Si puedes olvidarte de la idea de querer, podrás aprender a estar cómodo y agradecido por lo que tienes ahora mismo, que es la clave para la paz interior.
6) No te arrepientas de lo que has hecho.
El arrepentimiento es una emoción inútil, ¿no? No puedes cambiar lo que ha pasado. Sí, puedes aprender de lo que pasó, pero eso no implica experimentar arrepentimiento.
Sé que a veces no podemos evitar lamentar las cosas en la vida, pero es importante no pensar en ello. Es inútil hacerlo.
7) Nunca seas celoso.
Otra emoción inútil. También significa que eres inseguro contigo mismo, porque tienes envidia de alguien más.
En cambio, mira dentro de ti mismo y sé agradecido por lo que eres y por lo que tienes.
8) Nunca te entristezcas por la separación.
Duele separarse de alguien con quien quieres estar. Pero ponerte triste no te ayudará a ti ni a ellos.
A veces sólo necesitas apreciar lo que tienes, no lo que pierdes.
9) El resentimiento y la queja no son apropiados ni para uno mismo ni para los demás.
Una vez más, quejarse sin acción no te ayuda a lograr nada. Sólo sirve para aumentar tu energía tóxica.
Y no dejes que lo que otras personas hacen te afecte a ti también. No tienes el control de lo que hacen. Pero tienes el control de cómo reaccionas ante lo que hacen.
10) No te dejes guiar por el sentimiento de lujuria o amor.
Esta es probablemente una regla polémica para muchos. Para mí también. Creo que todos estamos de acuerdo en que no quieres que te guíe la lujuria. Es similar a perseguir emociones que no duran para siempre y que sólo te darán satisfacción temporal.
El amor, sin embargo, es una historia diferente. No sé vosotros, pero yo creo que el amor es una de las emociones más importantes por las que hay que guiarse. Tu familia lo es todo, quienesquiera que sean, y tu vida es mucho más plena cuando haces todo lo que puedes por ellos.
11) No hay preferencias por nada.
Similar al deseo, al tener preferencias, no estás contento con lo que tienes ahora mismo. Estás insatisfecho y no puedes disfrutar del momento presente.
Así que si puedes, trata de no preferir algo a otra cosa, especialmente si no puedes controlarlo.
12) Sé indiferente al lugar donde vives.
Si puedes cambiar el lugar donde vives, entonces, por supuesto, sigue adelante. Y no dejes de buscar oportunidades para hacerlo.
Pero además de hacer eso, es más satisfactorio apreciar dónde estás ahora mismo, en lugar de desear que sea diferente.
13) No busques el sabor de la buena comida.
Regla interesante. Enfócate en comer para estar saludable y para alimentarte. Desear comida deliciosa puede llevar a la adicción y al apego. Esto vale también para el alcohol y las drogas.
14) No te aferres a posesiones que ya no necesitas.
Es fácil llenarse de basura que no necesitas. Pero si no está beneficiando tu vida, deshazte de ella. Lo que se necesita es más espacio y un pensamiento más claro. No más cosas.
15) No actuar de acuerdo con las creencias habituales.
Sigue tu propio sentido común. Haz lo que tenga sentido para tus propios valores, no lo que piensen los demás. Decide por ti mismo.
Sabes lo que está bien y lo que está mal. No necesitas que nadie más te lo diga.
16) No recojas armas ni practiques con armas más allá de lo que sea útil.
Un tributo a su tiempo de espadachín, pero también podemos aplicar esto a nuestras vidas. Es mejor ser un experto en una cosa, que estar bien en todo.
17) No temas la muerte.
Extremadamente difícil de hacer. Pero es algo de lo que ninguno de nosotros escapará. Podemos aprender a aceptar que nuestro tiempo y el de nuestro prójimo eventualmente llegará, o luchar contra ello causando ansiedad y tristeza por el resto de nuestras vidas. El cuerpo humano es falible, después de todo.
18) No busques poseer ni bienes ni feudos para tu vejez.
¿De qué te servirán cuando te hayas ido? Recoge sólo lo que sea útil. No pierdas el tiempo.
19) Respetar a Buda y a los Dioses sin contar con su ayuda.
Asume la responsabilidad por ti mismo. No cuentes con la suerte o con Dios para salir adelante. Afronta los esfuerzos que sabes que están dentro de tus capacidades. Sigue haciendo lo correcto y todo lo demás encajará en su sitio.
20) Puedes abandonar tu propio cuerpo pero debes preservar tu honor.
No hagas nada con lo que no puedas vivir durante el resto de tu vida. Tus acciones te definen a ti, no tus creencias.
21) No os apartéis nunca del camino.
Mantente humilde, haz lo correcto y siempre sigue aprendiendo y creciendo.