Es fácil para alguien que no tiene una «personalidad fuerte» confundir a los que la tienen con algo que no es.
Aquellos con una fuerte personalidad no son dominantes o toscos – simplemente no les resulta difícil «cruzar la línea». Nada de eso refleja quién eres, ni cuál es tu personalidad, en absoluto. De hecho, la mayoría de las personas fuertes en realidad son blandos de buen corazón.
Pero las cosas se complican porque las personas con personalidades dominantes (aquellos que se niegan a retroceder cuando están equivocados y no admiten errores) le dan una mala reputación a aquellos con personalidades fuertes (aquellos que responsabilizan a otros por sus acciones, palabras y errores). No es que tengas que ganar, simplemente no estás dispuesto a dejar que otros te pisen cuando quieran.
Claro, algunas personas pueden tener miedo de ti, pero eso es porque no te entienden. Puedes estar tan cómodo contigo mismo que no necesitas a nadie más para que te apruebe.
Aquí hay 7 señales de que tienes una personalidad fuerte que puede asustar a otros:
1. No toleras las excusas
También conocido como «rendir cuentas». No pones excusas. Si tienes una personalidad fuerte, no vas a escuchar a la gente quejarse de lo que no pueden hacer, de lo que ha salido mal y por qué no pueden tener éxito. Prefieres gastar tu energía concentrándote en lo que puedes hacer, lo que se puedes resolver y lo que se puede lograr. Claro, puede haber muchas razones por las que no puedes hacer algo… pero hay más razones por las que puedes hacerlo.
2. No puedes soportar las charlas triviales
Las charlas triviales son insoportables. Tienes muchas ideas, y por supuesto que no quieres perder el tiempo hablando de lo que la gente lleva puesto o de quién está saliendo con quién, cuando podrías estar hablando de cosas que importan y, no sé, quizás cambiar el mundo.
Tal vez sientas como si hicieras algo mal al seguir una charla trivial. Eso no es verdad en realidad. Cualquiera puede hacerlo. Lo que realmente está sucediendo es que estás sintiendo incomodidad porque la charla trivial mata el tiempo y las células cerebrales.
3. Te alejas de la insensibilidad, la idiotez y la ignorancia voluntaria
Las personalidades dominantes provienen de una falta de conocimiento y comprensión. Las personalidades fuertes se desarrollan al ser reflexivas y estar bien informadas. Hay una gran diferencia entre ambas personalidades.
Ves, has invertido mucho tiempo y esfuerzo usando tu poder cerebral para el bien. Así que no toleras a la gente que hace juicios instantáneos sobre cosas de las que no sabe nada. Esta podría ser perfectamente tu mejor cualidad, no porque puedas usar tu intelecto para influenciar a otros, si no porque puedes usar tu conocimiento para animarlos a pensar en lo que dicen antes de envenenar el aire.
4. Escuchas a los demás
Claro, suena como algo importante que la mayoría de la gente apreciaría. Sin embargo, escuchar a las personas y darles un consejo honesto puede ser aterrador para alguien que está acostumbrado a vivir su vida en una caja de conformidad y vergüenza.
5. Puedes vivir sin ser el foco de atención
Si tienes una personalidad fuerte, entonces no necesitas atención. ¿Por qué la gente que te conoce cree que eres un punto de atención? Es porque tienes algo más que una fuerte personalidad; también tienes una personalidad magnética. La gente se siente atraída por tu franqueza y honestidad. No socializas porque tienes una necesidad extrema de hacerlo, lo haces porque la gente te necesita y te quiere cerca.
6. Eres intrépido
En realidad, probablemente tengas miedo de al menos una cosa. Pero hay una diferencia entre tus miedos y los miedos de los demás; tus miedos no dictan cómo vivirás tu vida.
7. Ves la inseguridad como una oportunidad
Todos tenemos momentos de inseguridad. Es lo que sucede con esos sentimientos que importan. Pero para ti, la inseguridad es una oportunidad para mejorar. Sabes que estás lejos de ser perfecto, pero sigues adelante. Sigues aprendiendo y evolucionando, a pesar del riesgo de verte como un tonto. Esta es la definición de vivir… no simplemente existir.
Es verdad, a algunas personas no les vas a caer bien. Piensan que es difícil estar cerca de ti. Pero lo que algunos perciben como difícil, otros pueden verlo como un desafío. Desafías a otras personas a ser la mejor versión de sí mismas, y eso no siempre es una experiencia cómoda.