Cuando escuchas la palabra solitario, lo primero que te viene a la mente es antisocial e incluso un asesino potencial. Gracias a Hollywood, los solitarios tienen mala reputación por ser desconocidos malditos. Pero eso no es cierto en absoluto. Ser un solitario no significa que seas antisocial.
Pero los solitarios son mucho más. Puede ser toda una personalidad en sí misma. Aquí hay algunas señales de que sin duda eres un solitario:
1. No eres tímido, sólo eres callado… porque eres más un oyente que hablador. Has aceptado el hecho de que no eres del tipo socializador.
2. Eres muy observador. Te encanta ver a la gente y notar pequeñas cosas que otros no ven. Ya que no socializas mucho, tu otra opción es mirar y escuchar, por lo que eres capaz de dar a tus amigos regalos reflexivos y apreciar la vida por lo que es.
3. No odias a la gente. Realmente amas a la gente… bueno, a veces lo haces. Pero no te importa estar cerca de ellos y salir con amigos de vez en cuando. Es sólo que simplemente prefieres la soledad, sin resentimientos.
4. Estás fascinado por el mundo que te rodea. La mayoría de la gente no sabe cuánto disfrutas de la vida y todo lo que tiene que ofrecer. Crees que el mundo es un lugar hermoso, e incluso en todas sus imperfecciones, sigues sorprendido por el mundo que te rodea.
5. La gente no puede entenderte. Mucha gente te ha considerado un misterio porque apenas revelas mucho sobre ti mismo. Sólo los que están más cerca de ti saben quién eres realmente.
6. Tu personalidad tiende a cambiar. Estar en soledad te ha dado la habilidad de ser fluido en tu personalidad porque nunca te has sentido como si estuvieras conformado con lo que era popular o convencional. No es que seas pretencioso o algo así, pero no te interesa.
7. Tus niveles de insolencia están por las nubes. El sarcasmo es tu humor de por vida.
8. Eres naturalmente un pensador excesivo… porque siempre estás en tu cabeza, encontrando el significado de todo y nunca eres capaz de decidir qué diablos comer.
9. La gente cree que eres hogareño… y no se equivocan. Disfrutas de esos días en los que te quedas en casa con una copa de vino, comiendo, y sí, Netflix. No hay nada malo en eso, si me preguntas.
10. Amas demasiado. Bueno, tal vez amas una tonelada pero no puedes evitarlo. Tienes un gran corazón. Simplemente te encanta amar, y aunque abraces la soledad, abrazas mucho más a los que amas.