Ser sensible significa mucho en un mundo lleno de personas. Muchos lo pueden considerar una debilidad, y realmente puede serlo si cedes a la melancolía y la decepción que puede traer. Sin embargo, una vez que empieces a usar tu sensibilidad como una fuerza, verás que puede darte la habilidad de soportar todos los desafíos.
Ser sensible significa que tienes la capacidad de entender las cosas como realmente son. Ser duro significa que no te rindes fácilmente a los desafíos que estas cosas traen. Combinar ambas es una fuerza que no muchos poseen, y esta fuerza es la que muchos admiran.
Estas personas pueden verdaderamente profundizar en la naturaleza de las cosas, pueden entender a las personas tal como son, y son lo suficientemente fuertes para aceptar la verdad, no importa cuán dolorosa pueda ser. Es como si hubieran logrado combinar las polaridades que estos rasgos representan en una forma completamente nueva y evolucionada de pensar y comportarse.
¿Eres una de estas personas? Estas 9 características pueden revelar si has aprendido a combinar sensibilidad y dureza en algo fascinante.
1. El mundo puede ser abrumador para ti
Tu naturaleza intensa y sensible te hace comprender verdaderamente el peso del mundo y sobrellevarlo todos los días. Sin embargo, sabes cómo manejarte con esta carga y entender la verdad subyacente en las cosas.
Tu firme control de la vida te permite conducirte a través de las turbulentas aguas que la vida trae, pero todo esto viene con el precio de sentirte abrumado de vez en cuando.
2. Sabes cómo establecer los límites correctos
La gente siempre pondrá a prueba tus límites, y tú eres muy consciente de ello. También eres consciente de que si no estableces límites, lo más probable es que piensen que no hay límite a lo que se les permite hacer.
Es por eso que no tienes miedo de hacerles ver su mal comportamiento si es necesario y establecer los límites correctos. No eres esnob en el proceso – trazas la línea de una manera constructiva, y te respetan por eso.
3. Dedicas un tiempo libre para ti mismo
Tu fuerza es lo que la gente aprecia y les hace querer que estés a su lado todo el tiempo. Sin embargo, sabes que esta fuerza tiene un precio, y necesitas tomarte un tiempo para recargarte y relajarte.
Pasar algún tiempo en la naturaleza es lo que más te ayudaría a recargarte, y es posible que hayas notado eso hasta ahora.
4. No saldrías con cualquiera
A todos nos gusta vincularnos con los demás, estar en una relación que nos de la confianza en nosotros mismos que anhelamos. Pero tú no piensas así. Si vas a estar en una relación, esa relación tiene que ser profunda y significativa.
Nunca te conformarías con una cita superficial de Tinder, o simplemente acercarte a alguien antes de conocerlo bien. Además, tu fuerte intuición juega un papel crucial en decidir si esa persona realmente vale tu tiempo.
5. Quieres que la gente sea realista contigo
Algunas personas tienden a ocultar sus verdaderas emociones y pensamientos para no herir a la otra persona. La cuestión es que puedes leer fácilmente estas cosas mirando a los ojos de las personas, y preferirías mucho más que las dijeran en voz alta.
No hay verdad que pueda herirte tanto como la deshonestidad. Por lo tanto, prefieres a la gente que es directa, sin importar lo desagradable que sea la verdad.
6. No te gustan las charlas triviales
A la gente le gusta la charla intrascendente, pero a ti no. Tal vez sea por eso que no puedes encontrar muchos amigos íntimos. Prefieres quedarte solo para siempre que perder un minuto más discutiendo sobre vida privada de personas, marcas, celebridades; lo que sea.
Y no temes mostrar tu falta de interés en estos temas. Esto inspirará odio en muchos a tu alrededor, ya que pueden pensar que estás actuando como si fueras superior. Sin embargo, sabes que hay cosas mucho mejores de las que hablar que eso.
7. Eres un buen oyente
Cuando estás con gente, no quieres ser el que actúa inteligentemente en todas las situaciones. Estás mucho más interesado en lo que ellos tienen que decir y crear tus conclusiones basadas en lo que se te presenta.
Este rasgo te permite ser un muy buen oyente, y siempre puedes dar un consejo completo y sincero a aquellos que están dispuestos a aceptarlo. Sin embargo, deben estar preparados para una verdad honesta, ya que prefieres andar sin rodeos.
8. No ansías atención
Aunque la gente suele tener un gran respeto por tu opinión y tu actitud hacia la vida, lo que te pone en el centro de atención es que no ansías esa atención. De hecho, te irritas cuando ves que la gente hace cualquier cosa para llamar la atención.
Eres consciente de tus cualidades y las compartes generosamente con aquellos que las aprecian. Pero esto no te convierte en un parásito de la atención, literalmente no puedes soportarlos.
9. Te gusta desconectarte de todo
Aunque estés allí, presente para aquellos que te necesitan, a menudo prefieres desconectarte del mundo y permanecer un tiempo en tu propio mundo. Y tu mundo no contiene personas – contiene pensamientos, emociones, filosofías profundas, y un entendimiento más elevado del Ser.
Y sabes cómo desconectarte en cualquier situación. Alguien puede incluso estar hablando contigo, y de repente te desconectarás y dejarás de seguirlo porque necesitas ese escape en ese momento.
Eres duro, pero también eres sensible, y la sensibilidad requiere algún tipo de protección si quieres soportarlo todo. Si bien tu fuerza de carácter te da la sobriedad necesaria para manejar las cosas, estar aquí en el mundo y luego teletransportar tu mente de vuelta a tu propio mundo es algo que haces con frecuencia.
No importa cuánta gente se sienta amenazada por tu presencia, siempre tienes buenas intenciones, y muchos lo saben. Las personas falsas no tienen ninguna oportunidad contigo, y aquellos que quieren hacerte daño sólo terminan golpeando una pared que has construido especialmente para ellos.
¡Tu personaje compuesto es algo que hay que admirar de verdad!