La niñez puede ser un momento difícil y estresante tanto para ti como para tu hijo. Enfrentar todos los problemas que vienen con la niñez puede (a veces) ser difícil, especialmente cuando tu hijo no puede calmarse.
Cuando su hijo esté tenso y la respiración profunda no le ayude, pruebe una de estas 30 técnicas en su lugar:
1. Inversión – Esta posición de poner bocabajo la cabeza de su hijo por debajo del nivel del corazón tiene un asombroso poder calmante. Ya sea que ambos practiquéis hacer el pino o simplemente se relajen en la postura del embrión o feto, la inversión puede tener efectos beneficiosos y restauradores en su sistema nervioso autónomo que controla la forma en que su cuerpo responde al estrés.
2. Visualizar un lugar tranquilo – Pídele a tu hijo que cierre los ojos e imagine un lugar tranquilo. Luego, empieza a hacerle preguntas sobre qué ve, cómo huele y cómo se siente estar allí. La investigación ha demostrado que este ejercicio es excelente para reducir el nivel de estrés.
3. Cantar en voz alta – Todo el mundo sabe lo bien que nos sentimos cuando escuchamos nuestra música favorita. Sin embargo, el acto de cantar en voz alta sus canciones favoritas, sin importar cuán desafinado esté, puede hacer que se sienta aún mejor. De hecho, se ha comprobado que el canto libera endorfinas, las hormonas responsables de esta buena sensación que se obtiene.
4. Beber agua – El agua puede tener un efecto calmante en tu sistema nervioso y en el de tu hijo, especialmente cuando bebes el agua lentamente. La deshidratación está relacionada con una reducción en el rendimiento mental, por lo que debes hacer que sea un hábito para ti y tus hijos beber tanta agua como se recomienda diariamente.
5. Saltar la cuerda – Otra gran manera de aliviar la tensión es saltar. Pon algo de música y empieza a saltar con tu hijo durante 2 minutos al ritmo de la música.
6. Pintar – Pintar ha demostrado ser beneficioso para al estrés en general. Incluso si no eres bueno en ello, participar en este tipo de actividad con tu hijo puede hacer que tu mente y la de tu hijo se concentre en algo más que en la situación estresante. Además, esto no significa que sólo se pueda hacer con pintura acrílica. Cualquier cosa servirá; ¡incluso una crema de afeitar en la cortina de la ducha!
7. Hacer burbujas – Hacer burbujas puede mejorar la respiración de tu hijo y puede ayudarlo a tener más control sobre ella y a calmarse. También, podrías tratar de hacer estallar un poco de plástico de burbujas, ya que tiene el mismo efecto.
8. Tomar un baño caliente – A veces no hay nada más relajante que un baño caliente al final de un día ajetreado. Y por mucho que los disfrutes, tu hijo también disfrutará de un buen baño caliente de vez en cuando. Un baño caliente al final de un día lleno de actividades le ayudará a calmarse. Puedes poner también juguetes de baño y dejar que tu hijo se relaje todo el tiempo que quiera.
9. Tomar una ducha fría – Aunque esto es completamente opuesto a tomar un baño caliente, las duchas frías en realidad pueden ser útiles para reducir la inflamación muscular, mejorar el flujo cardiaco y estimular el estado de ánimo. Un estudio sobre nadadores de invierno ha demostrado que el agotamiento, la tensión y la depresión pueden reducirse al mínimo tomando duchas frías regularmente.
10. Tomar una bebida reconfortante – Tomar una bebida caliente en un día frío puede sentirse como un abrazo caliente desde adentro y calmará a tu hijo. Dale a tu hijo un vaso de leche tibia con un toque de vainilla y verás los efectos por ti mismo.
11. Observación de peces – ¿Has notado alguna vez que hay peceras en centros médicos y hospitales? Están ahí por una razón. Es decir, la Universidad de Exeter en el Reino Unido encontró que ver a los peces nadando en una pecera reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Esto tiene los mismos efectos en tu hijo, es decir, le ayudará a calmarse.
12. Contar hacia atrás – Dale cualquier número que tu hijo haya aprendido. Este ejercicio aleja la mente de tu hijo de lo que le molesta y le hace concentrar su atención en otra cosa, como contar hacia atrás.
13. Respiración en el vientre – Cuando estamos estresados es difícil recordar la respiración correcta. Por lo tanto, debes hacer que suene como un juego y decirle a tu hijo que piense en su vientre como un globo que necesita ser llenado con aire. Hágalo respirar profundamente. Repite este ejercicio varias veces y comprueba los resultados.
14. Sacudir un tarro de purpurina – Los «Tarros calmantes» han sido muy importantes para Pinterest últimamente. Parecen reducir el estrés y la ansiedad y son excelentes para alejar la atención de tu hijo de la situación y concentrarse en algo brillante y colorido. Puedes hacer tu propio «tarro de calma» en casa muy fácilmente. Todo lo que necesitas es un tarro de comida para bebés que lo llenarás de agua y brillantina.
15. Correr – Correr es una gran manera de reducir el estrés. Incluso correr o andar durante 10 minutos al día puede mejorar su estado de ánimo inmediatamente y esta gran sensación durará hasta el final del día.
16. Hablar – Preguntar a los niños qué es lo que les molesta y por qué, pueden ayudarles a aprender a verbalizar sus sentimientos mientras procesan la situación de nuevo por sí mismos. Lo más importante es permanecer en silencio mientras tu hijo te lo explica y no tratar de solucionar el problema. A veces todo lo que necesitan es alguien que los entienda y los escuche.
17. Decorar una pared – Esto no tiene que significar pintar cuadros en las paredes. Los carteles para revistas también están bien, siempre y cuando dejes que tu hijo sea creativo por sí solo.
18. Dar y recibir un abrazo de oso – Un abrazo hace que nuestro cuerpo produzca la hormona oxitocina que es esencial para el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Además, los abrazos nos dan una sensación de felicidad, reducen la presión arterial y alivian el estrés.
19. Caminar en la naturaleza – Los científicos de Stanford han demostrado que caminar en la naturaleza es una gran manera de reducir el estrés y mejorar la cognición. Incluso 15 minutos de caminata al día son suficientes para satisfacer sus necesidades.
20. Nombrar las emociones – Por lo general, cuando tu hijo se emociona y se siente abrumado, es mejor pedirle que nombre la emoción que está sintiendo. Esta identificación de las emociones puede ser algo bueno porque a menudo se sienten abrumados porque no saben cómo identificar qué es lo que sienten exactamente.
21. Mecerse en una mecedora – Mecerse en una mecedora es un gran aliviador de estrés. Los movimientos repetitivos pueden ayudar a tranquilizar y calmar a tu hijo.
22. Rodar una pelota de tenis por la espalda – Este es un viejo truco. Al rodar una pelota de tenis por la espalda de tu hijo, le darás un masaje suave y relajante con un efecto calmante. Enfócate en el cuello, los hombros y la parte baja de la espalda, ya que son puntos tensos.
23. Papel de seda arrugado – El sonido del papel arrugado puede ser muy interesante para que los bebés lo escuchen. Y también, la satisfacción que obtienen de la forma en que el papel cambia en sus manos envía retroalimentación sensorial al cerebro que reduce el estrés.
24. Cambiar el escenario – A veces todo lo que un niño necesita para calmarse es cambiar el escenario. Si está fuera, llévelo adentro y viceversa. Cambiar el escenario también puede ayudar a cambiar el estado de ánimo.
25. Gritos primarios – Liberar las emociones negativas puede ser algo bueno para tu hijo. Alentar a tus hijos a gritar lo que sienten de vez en cuando puede hacer que se sientan bien al instante.
26. Planificar una actividad divertida – Cuando tu hijo espera una actividad divertida que has planeado, puede hacer que se sienta feliz y satisfecho. Más aún, si tienen algo que decir en la planificación. A veces los niños deben centrar su atención en lo que va a suceder en el futuro para cambiar su diálogo interno y calmarse.
27. Amasar pan – Las abuelas de todo el mundo lo saben y pueden confirmar que amasar el pan es un gran alivio del estrés. Así que no dudes en dejar que tu hijo meta las manos en la masa. Además, al final obtendrás un delicioso pan casero.
28. Hacer una pulsera – La artesanía puede tranquilizarte a ti y a tu hijo, ya que facilita el estado de «flujo» al estar completamente dedicado a una determinada tarea. Esto también es válido para tejer, doblar la ropa o cualquier otra actividad en la que tu hijo pueda participar.
29. Montar en bicicleta – Montar en bicicleta no tiene por qué ser cosa del pasado. Con todos estos nuevos carriles bici en las zonas urbanas, es más seguro que antes ir en bicicleta. Además, esta es una actividad que se puede hacer en familia.
30. Tener una fiesta de baile – Anima a tu hijo a bailar mientras escucha música alegre. Únete a él/ella en la «pista de baile» y observa cómo el mal humor desaparece de repente.